POR ALFONSO QUIÑONES
SANTO DOMINGO. Los personajes del escritor Roberto Marcallé Abréu están en las calles de Santo Domingo. Por la rica descripción de éstos y la espléndida creatividad con que los pone a desplazarse en el trasfondo citadino se le acaba de otorgar el Premio Nacional de Literatura. Poco después de saberlo, conversó con Diario Libre.
P. ¿Cree que ha sido justo el premio? ¿Lo esperaba? ¿Cree que lo merecía otro antes que usted?
R. Todos los que estamos envueltos en las letras, y especialmente cuando ya tiene un período tan prolongado escribiendo -algunos de mis libros fueron escritos hace 40 años-, es algo que se espera. Y uno dice “quizás yo sea una de las personas que califica, que pudiera merecer ese premio eventualmente de acuerdo con el criterio profundo, decidido y hondo de los jurados”, que sabes que aunque muchos de ellos son escritores consumados y premios nacionales a su vez, pesa la presencia determinante de los rectores universitarios. Entonces uno siente que sería bueno recibirlo.
Hablar de que sea justo o no justo, no me toca a mí hacer esa clase de juicio de valor, porque en definitiva uno es parte interesada. Pero siento que hay muchos escritores, que califican en buena lid para obtener el Premio Nacional de Literatura.
P. Ud. Ha cultivado la poesía...
R. La poesía la llegué a cultivar en los inicios. Inclusive llegué a ganar premios literarios con la poesía. Pero llegó un momento determinado en que hice dejación casi definitiva de la poesía, por la novela. Porque los temas que me gusta tratar son muy complejos. Y no me lo permiten ni la poesía ni el cuento, de tratarlo con la amplitud que quisiera tratarlo.
Tengo una novela que va a publicarse este año que se titula “Bruma de gente inhóspita” que tiene más de 200 personajes.
La última novela mía que ganó el premio de novela de la Universidad Central del Este, “La calle enemiga”, tiene muchas situaciones, y muchos personajes, y una trama muy compleja, igual que “La manipulación de los espejos”, que ganó después premio aquí en el Ministerio de Cultura.
Es decir, llegó un momento en que me sentí que debía trabajar principalmente la novela como género, que es donde me siento más a gusto. Aunque reconozco que es el más trabajoso de todos. Dicen que el cuento, pero yo digo que la novela, porque es la suma de todos los géneros literarios.
P. Como el cine en las artes...
R. Y la novela es también la pintura, la poesía, la música... Es todo. La novela viene siendo un universo y yo ahí me siento más a gusto.
P. Esa capacidad suya de crear personajes, estamos hablando mundos donde pone a vivir 200 personajes, una cosa descomunal. ¿Cómo crea esos rompecabezas? ¿Cómo es el proceso de creación de esas novelas?
R. Mi educación en términos literarios viene de un señor que no ha tenido el merecido reconocimiento en República Dominicana, que se llamaba Alberto Malagón, que era profesor de Letras de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Yo le daba los cuentos míos y los asomos -para llamarlos de alguna manera- de novelas. Y un día me pasa una especie de folleto mimeografiado de unas 250 páginas, y me dice, “tú quieres escribir novela; esto te va a ayudar”. Y lo que había en ese folleto era el diseño de un personaje.
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