Expresó, ante una sala abarrotada de público, su "profundo pesar" por las víctimas del atentado.
BERLÍN.- El escritor francés Michel Houellebecq afirmó hoy que su libro "Soumission" ("Sumisión") no es "en absoluto islamófobo", aunque reivindicó el derecho "de un autor" a escribir uno que sí lo sea, "si así lo desea".
"Insisto: en primer lugar, mi novela no es islamófoba ni pretendió serlo. Pero también insisto en el derecho a serlo, si queremos", indicó el autor, en su primera intervención pública, en Colonia, tras el lanzamiento de esa novela en Francia, el mismo día del atentado yihadista contra la revista satírica "Charlie Hebdo".
El autor expresó, ante una sala abarrotada de público, su "profundo pesar" por las víctimas de ese atentado, entre ellos cuatro dibujantes de la publicación que, recordó, habían sido "de algún modo compañeros" en su "trayectoria vital".
"No es preciso ser un héroe para acabar haciendo un acto heroico", añadió en relación a los periodistas de la revista, a los que definió como "obstinados", en un sentido positivo del término.
Houellebecq destacó asimismo que la gran manifestación del domingo siguiente de los ataques terroristas, encabezada por el presidente François Hollande y con la asistencia de líderes de todo el mundo, dio ocasión de ver a Francia como país "defensor de la libertad de expresión".
Su provocadora novela se desarrolla en el año 2022, ante unas elecciones presidenciales que se pronostica ganará el ultraderechista Frente Nacional.
Para tratar de impedirlo se forma una alianza entre socialistas y conservadores, que coloca en el poder a un candidato musulmán, lo que precipita la islamización de Francia.
Hoy, el polémico escritor se presentó ante la sala "Depot1" de Colonia, habilitada para acoger a 600 personas y cuyas localidades estaban completamente agotadas desde el pasado diciembre.
La presentación, consistente en un diálogo con el autor y la lectura -vía intérprete- de algunos fragmentos de la versión alemana del libro, fue transmitida en internet por la televisión local Köln-tv ante el enorme interés por seguir ese acto.
Houellebecq alternó la actitud de autor consternado por la tragedia de París con alguna provocación, como saltarse la prohibición de fumar, algo que en un acto público en Alemania solo se permite -como se recordaba en las redes sociales- al excanciller socialdemócrata Helmut Schmidt, de 96 años y fumador empedernido.
La expectación era enorme, dado que el polémico escritor decidió retirarse de la promoción de su novela tras el atentado contra "Charlie Hebdo", el pasado día 7, en medio de la conmoción por las víctimas del terrorismo yihadista.
Según las autoridades de la ciudad alemana, la sala estaba protegida por un "proporcionado", aunque discreto, dispositivo policial.
Tras la masacre en el "Charlie Hebdo", Houellebecq abandonó París bajo protección policial, ante el temor de ser víctima de un atentado y consternado por lo ocurrido en la redacción de esa revista.
El lanzamiento de su novela en Francia tuvo lugar el mismo 7 de marzo en que se cometió el atentado contra la revista, en que murieron doce personas, entre ellas tres dibujantes de la publicación y su director, Stéphane Charbonnier, conocido como "Charb".
En Alemania salió a la venta una primera edición de 100.000 ejemplares de "Sumisión", el pasado viernes, que rápidamente se agotó.
"Insisto: en primer lugar, mi novela no es islamófoba ni pretendió serlo. Pero también insisto en el derecho a serlo, si queremos", indicó el autor, en su primera intervención pública, en Colonia, tras el lanzamiento de esa novela en Francia, el mismo día del atentado yihadista contra la revista satírica "Charlie Hebdo".
El autor expresó, ante una sala abarrotada de público, su "profundo pesar" por las víctimas de ese atentado, entre ellos cuatro dibujantes de la publicación que, recordó, habían sido "de algún modo compañeros" en su "trayectoria vital".
"No es preciso ser un héroe para acabar haciendo un acto heroico", añadió en relación a los periodistas de la revista, a los que definió como "obstinados", en un sentido positivo del término.
Houellebecq destacó asimismo que la gran manifestación del domingo siguiente de los ataques terroristas, encabezada por el presidente François Hollande y con la asistencia de líderes de todo el mundo, dio ocasión de ver a Francia como país "defensor de la libertad de expresión".
Su provocadora novela se desarrolla en el año 2022, ante unas elecciones presidenciales que se pronostica ganará el ultraderechista Frente Nacional.
Para tratar de impedirlo se forma una alianza entre socialistas y conservadores, que coloca en el poder a un candidato musulmán, lo que precipita la islamización de Francia.
Hoy, el polémico escritor se presentó ante la sala "Depot1" de Colonia, habilitada para acoger a 600 personas y cuyas localidades estaban completamente agotadas desde el pasado diciembre.
La presentación, consistente en un diálogo con el autor y la lectura -vía intérprete- de algunos fragmentos de la versión alemana del libro, fue transmitida en internet por la televisión local Köln-tv ante el enorme interés por seguir ese acto.
Houellebecq alternó la actitud de autor consternado por la tragedia de París con alguna provocación, como saltarse la prohibición de fumar, algo que en un acto público en Alemania solo se permite -como se recordaba en las redes sociales- al excanciller socialdemócrata Helmut Schmidt, de 96 años y fumador empedernido.
La expectación era enorme, dado que el polémico escritor decidió retirarse de la promoción de su novela tras el atentado contra "Charlie Hebdo", el pasado día 7, en medio de la conmoción por las víctimas del terrorismo yihadista.
Según las autoridades de la ciudad alemana, la sala estaba protegida por un "proporcionado", aunque discreto, dispositivo policial.
Tras la masacre en el "Charlie Hebdo", Houellebecq abandonó París bajo protección policial, ante el temor de ser víctima de un atentado y consternado por lo ocurrido en la redacción de esa revista.
El lanzamiento de su novela en Francia tuvo lugar el mismo 7 de marzo en que se cometió el atentado contra la revista, en que murieron doce personas, entre ellas tres dibujantes de la publicación y su director, Stéphane Charbonnier, conocido como "Charb".
En Alemania salió a la venta una primera edición de 100.000 ejemplares de "Sumisión", el pasado viernes, que rápidamente se agotó.
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