miércoles, 18 de febrero de 2015

Javier Cercas: Todos somos un poquito impostores.

"Los escritores no elegimos los temas sino que los temas nos eligen".


MÉXICO. El escritor español Javier Cercas presenta en "El impostor" la historia verdadera de Enric Marco, un hombre que afirmaba ser prisionero de guerra de los campos de concentración nazi y llegó a ser presidente de la asociación española de supervivientes, hasta que un historiador lo desmintió.

"No elegí a Enric Marco, Enric Marco me eligió a mí. Los escritores no elegimos los temas sino que los temas nos eligen", dijo Cercas en una entrevista reciente en la Ciudad de México al explicar por qué retomó el escándalo surgido en 2005.

"Todos somos un poquito impostores y Marco encarna esa impostura universal", agregó el autor, para quien mentir implica mentirse a uno mismo y a los demás, además de aparentar algo que no somos y ser una especie de novelista de uno mismo. "Pero yo no lo sabía cuando empecé a escribir el libro, lo he descubierto recientemente: en Marco estamos todos".

Cuando se desenmascaró el engaño de Marco los medios españoles prefirieron dejarlo pasar, no ahondar en él. Cercas considera que esto ocurrió porque no sólo Marco quedaba mal sino muchas personas más que creyeron en su historia. Antes de caer de la gracia de la sociedad, Marco fue un personaje creado en gran parte por los medios de comunicación a los que entregaba un producto atractivo y conmovedor: su testimonio como sobreviviente, en un mundo donde los sobrevivientes de esa guerra son cada vez más escasos.

"La mentira que se descubre de Marco cuando estalla el caso es un 2% de sus mentiras quedaba el 98% por desvelar, cómo es que nadie se tomó la molestia de hacerlo, no lo sé", dijo Cercas.

"Incurrimos en una perversión que explica en parte la impostura de Marco y que puede propiciar otros, que es convertir a las víctimas en héroes, las víctimas son víctimas y merecen toda nuestra compasión, pero no son héroes", apuntó.

Para Cercas es importante mantener una memoria viva, con verdadera perspectiva de lo acontecido, como en el caso de la Segunda Guerra Mundial y sus repercusiones en Europa.

"El pasado, sobre todo ese pasado, no es pasado, es presente", sostuvo el autor nacido en Ibahernando, España, en 1962. "Vivimos en una especie de dictadura del presente; la gente tiene la idea por la avasalladora presencia de los medios de comunicación de que el pasado no tiene ninguna relación con el presente".

Marco vive aún y es un nonagenario. Cercas tuvo oportunidad de entregarle el manuscrito del libro, publicado por Random House.

"Incluso aplazamos la publicación del libro unas semanas para que él lo leyera", apuntó el también autor de "Soldados de Salamina" y "Las leyes de la frontera". "El libro no le había gustado, claro, si le hubiera gustado a él no me hubiera gustado a mí".

Tras esto, Marco volvió a recurrir a los medios para decir que Cercas lo había engañado.

"Si me preguntas a mí yo creo que en el fondo está íntimamente satisfecho. Él quería que un escritor conocido escribiera sobre él y si ahora viene Spielberg y le pregunta que quiere hacer una película sobre él dirá que sí".

En la novela Cercas narra una cena en la casa de Mario Vargas Llosa, a quien agradece por haberlo dado a conocer como escritor. En la cena, tras afirmar que todos somos impostores, Ignacio Martínez de Pisón le responde a Cercas: "Sobre todo tú". El autor dice que la cena ocurrió así y que incluso apuntó los diálogos porque sabía que lo iba a escribir.

"Yo siempre cuento cómo se hizo el libro", dijo. "El proceso de escritura siempre está en el propio libro porque yo no quiero que el lector permanezca al margen del libro".

Otra de las características de "El impostor" es que, continuando con el estilo de Cercas, tiene recortes de periódico, fotos y documentos oficiales.

"No son ilustraciones, forman parte del libro, son elementos narrativos", dijo el autor. "Hay una batalla entre la verdad y la mentira, entre la ficción y la realidad, y para esa batalla los documentos son fundamentales porque son inequívocos".

Uno de estos documentos es la prueba de que Marco manipuló a lo largo de años la lista de entradas en el campo de concentración de Flossenbürg, que cambió para hacer parecer que estuvo ahí.

A diferencia de otras novelas suyas, Cercas dice que esta no tiene nada inventado salvo las ficciones de Marco y un capítulo en el que dialoga ficticiamente con él. "Marco ya es de por sí un personaje de ficción", dice.

Cercas, quien fue amigo del escritor chileno Roberto Bolaño, destacó que la información que se cuenta ahora sobre el autor tiene mucho de ficción, lo que lo ha convertido en una especie de impostor o en el mejor de los casos en un mito.

"Por lo que más me gustaría que estuviese vivo, es porque estaba vivo, pero además porque no se hubiesen dicho tantas tonterías como las que se han dicho de él", apuntó sobre el autor, con quien hablaba todos los días "prácticamente como si fuéramos novios", dijo.

"Los muertos están indefensos y si te mueres joven en lo mejor de tu carrera ocurren estas cosas", agregó. "Moraleja: no te mueras".

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