lunes, 23 de marzo de 2015

París estrena con los reyes de España su primera monográfica sobre Velázquez.


POR MARÍA LUISA GASPAR

PARÍS.- La obra de Diego Velázquez (1599-1660) y de otros grandes pintores de su tiempo se ofrece por primera vez al público francés en una retrospectiva que el martes inaugurarán en el Grand Palais de París los reyes de España durante una visita de Estado.

El monumental homenaje a ese sevillano universal, pintor del rey Felipe IV a los 24 años y celebérrimo autor de "Las Meninas", que en 1600 fue testigo en la boda de la infanta María Teresa de Austria y Luis XIV, se titula simplemente "Velázquez", quizá por ser considerado en Francia el mejor pintor del Siglo de Oro español.

El Grand Palais-RMN y el Louvre, productores de la muestra en colaboración con el Museo de Historia del Arte vienés, subrayan que fue posible gracias al "generoso apoyo del Museo del Prado", donde se concentra un notable conjunto de la obra del maestro, de quien solo se conservan en el mundo poco más de cien óleos.

Hasta el próximo 13 de julio, París congregará 119 obras, de ellas alrededor de cien óleos, de los que "entre 55 y 60 son de Velázquez" y el resto de grandes pintores españoles, flamencos e italianos, indicó a Efe el comisario y conservador del Louvre, Guillaume Kientz.

La importancia dada a su mentor y suegro, Francisco Pacheco, y a su gran discípulo y yerno, Juan Bautista Martínez del Mazo -que cierra la sección final, dedicada a "Los velazqueños"- intentan revelar la evolución completa del pintor, desde su formación al momento más importante de su carrera y su influencia posterior.

El segundo objetivo del comisario, reconoce, es "hacer avanzar la historia del arte, aportar comparaciones reales de las obras entre sí" y sacar a la luz cuadros y autores menos conocidos, ocultos durante siglos en la sombra del brillo velazqueño.

"La fragua de Vulcano", procedente del Prado; el retrato del papa "Inocencio X", de la Gallería Doria Pamphili de Roma; y la "Venus del Espejo", de la National Gallery de Londres, son tres de las más célebres creaciones que han viajado a París.

Inmersas en una escenografía que inunda de gris, negro, verde oliva o rojo los diferentes momentos de la carrera y la vida de Velázquez, seis piezas -cinco de ellas propiedad de colecciones particulares- se expondrán al público por primera vez, según confirmó Kientz.

Una de ellas es de Velázquez, el retrato del inquisidor Sebastián de Huerta, reproducida "por primera vez hace dos años en una revista española, pero que nadie vio", y que sin salir de la colección familiar cayó en el olvido hasta su reciente redescubrimiento.

Otros inéditos son dos retratos de "Santa Justa" y "Santa Rufina", de Francisco Pacheco; y dos Martínez del Mazo: un retrato de Velázquez "aparecido en una subasta en 2010 o 2011" y un "San Isidro Labrador" que Camón Aznar catalogó a mediados del siglo XX, pero del que luego se perdió la pista.

En su rastreo, el comisario topó, asimismo, con "La educación de la Virgen", atribuida a Velázquez, de la New Haven Yale Art Gallery, que también será expuesta tras su reciente descubrimiento.

Al menos una quincena de publicaciones acompañan la exhibición, según el Centro Nacional del Libro (CNL), entre ellas una biografía escrita por Jeanine Baticle para Gallimard, que en bolsillo también editará "Diego Velázquez: physionomie d'un génie", de Emile Michel.

La Reunión de Museos Nacionales (RMN) publica cuatro títulos, incluidos una guía iconográfica, el álbum "Velázquez et le triomphe de la peinture espagnole" y el catálogo, obra de Kientz, quien también firma "Velázquez. L'affrontement de la peinture", libro ilustrado que aspira a ser "la gran monografía de referencia".

La "velazquezmanía" no ha hecho más que empezar, mientras toma París el magnético cartel de la exposición, con el retrato "La infanta Margarita en azul" pintado hacia 1659, prestado para la ocasión por el Kunsthistorisches Museum de Viena, que de octubre a febrero pasados celebró ya a Velázquez "en un formato reducido".

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