jueves, 5 de marzo de 2015

Juan Marsé: "Me he pasado media vida diciendo que no".

"Yo me sé explicar escribiendo, no tengo gran capacidad verbal, no soy un pico de oro".


BARCELONA, ESPAÑA. "Me he pasado media vida diciendo que no", con esta frase resume el escritor Juan Marsé su vida, recogida ahora en "Mientras llega la felicidad", una biografía escrita por José María Cuenca después de seis años de investigación y entrevistas con el autor barcelonés.

"Yo me sé explicar escribiendo, no tengo gran capacidad verbal, no soy un pico de oro y, de hecho, en relación con el trabajo no me gusta hablar mucho de la faena", explicó este lunes Marsé sobre sus continuas negativas en Barcelona (noreste de España) durante la presentación de la biografía.

"Mientras llega la felicidad" (Anagrama) es la respuesta de Cuenca a lo que consideró como "un escándalo cultural", la inexistencia de una biografía de Marsé, a lo que el propio biografiado respondió: "Todavía me pregunto por qué, pues que yo sepa, Marsé todavía no está muerto".

El escritor se refirió a personajes de mucho más interés como "Ernest Hemingway, que había estado cazando en África, participó en la I Guerra Mundial, en la Guerra Civil española, que ha tenido montones de amantes".

De la lectura de la biografía, Marsé confiesa que lo que más le ha gustado ha sido el redescubrimiento de la escritora Paulina Crusat, de las cartas que se cruzaron y de sus recomendaciones de lectura: León Tolstoi, Gustave Flaubert, Honoré de Balzac, Stendhal o Albert Camus.

Junto a la alta literatura, Marsé creció con las "novelas de kiosco, que no es la mala literatura, porque la mala es la que pasa por una etiqueta de selectiva y no lo es", resaltó el autor.

Cuenca aseguró por su parte que "no tenía sentido que Marsé se planteara escribir unas memorias, porque esas memorias están reflejadas en sus novelas, pero sí cabía ofrecer una mirada externa, desde la posición del biógrafo, no del pornógrafo".

Marsé, que detesta las hagiografías, confesó que afortunadamente Cuenca ha incluido en la biografía "las polémicas con los peliculeros", entre los que citó a Francisco Umbral.

Umbral, dijo Cuenca, llegó a llamar "golfo y chorizo" a Marsé, que junto con Pío Baroja eran sus escritores más odiados, incluso por encima de Benito Pérez Galdós.

De este episodio, Marsé ve "un planteamiento ético en relación con la literatura".

"Umbral representaba para mí el tipo de escritura que más me revienta, esa en la que el lenguaje brillante, extraordinario, se me impone por encima de los personajes y de los sucesos, esa prosa sonajero, rimbombante, supuestamente entroncada con los clásicos españoles, que también se encuentra en Cela y en Juan Goytisolo".

Dice Marsé de su biografía con su habitual ironía que "por lo demás, es una novela entretenida, aunque el protagonista es un personaje inverosímil".

El escritor de "Si te dicen que caí" confiesa que de la lectura de "Mientras llega la felicidad" ha descubierto algunas cosas de su familia biológica que no sabía, porque siempre se desinteresó y se sintió más próximo de su familia adoptiva.

La biografía recoge asimismo su no menos polémica salida del jurado del premio Planeta, harto de hacer de "florero", y de su relación con los Lara. "El padre Lara era un hombre legal en su mundo mafioso y era fácil entenderte con él".

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