MADRID. El escritor argentino Marcelo Figueras, que se encuentra en Madrid para presentar "El rey de los espinos", un libro de 834 páginas en el que homenajea al género de aventuras y al cómic, asegura que la literatura "debe entretener y seducir" a los lectores, pero también "hacerles reflexionar" sobre la vida.
Para Figueras (Buenos Aires, 1962), el género de aventuras, en el que se puede imaginar "mundos fantásticos" pero a la vez invitar a los lectores a "pensar en lo que les rodea", ha sido una de las fascinaciones de su oficio.
"Este es el libro que siempre quise escribir, porque, desde que decidí dedicarme a escribir, leía libros de aventuras de Alejandro Dumas, Emilio Salgari, John Melville, Jack London, Julio Verne y otros que narraban mundos maravillosos", comenta en una entrevista con Efe.
Se confiesa un obsesionado de la realidad que le tocó vivir y por eso en sus libros, incluyendo "El rey de los espinos", hay un eco de la dictadura argentina y rinde tributo al dibujante y escritor Héctor Germán Oesterheld, desaparecido en 1977.
La novela se inicia con el entierro de un famoso autor de cómics, asesinado de manera violenta en el Buenos Aires de 2019, al que asisten familiares, fanáticos, prensa, la policía secreta y cuatro de sus personajes de las viñetas que cobran vida.
Figueras explica que, aparte de Oesterheld, también desaparecieron sus cuatro hijas, pero en el libro les da vida "para cumplir el que pudo ser su gran deseo: que lucharan por un mejor país".
Editado por Suma de Letras, "El rey de los espinos" es un libro de aventuras "al mejor estilo norteamericano" pero "desde una sensibilidad latina".
El autor comenta que cada uno de los cuatro personajes del cómic "tiene un toque particular, porque son un caballero medieval árabe gay, un pirata adicto al opio, un vampiro maya y un explorador del futuro que se parece más a Toro Sentado que a Flash Gordon".
Otra de sus obsesiones es que aparezcan en sus libros personajes jóvenes, porque "son atractivos, les pueden pasar las cosas más terribles, pero siempre buscan sobrellevarlas".
Por eso, el protagonista del libro es Milo, un chico de 15 años que trabaja como enterrador tras la muerte de su madre y la vagancia de su padre, personajes que en la realidad "la sociedad margina".
Figueras expresa que los personajes de la novela "son hijos de la crisis" que conviven en un mundo imaginario pero real, en el que los extremos políticos, los abusos de poder y los totalitarismos los hacen vivir en el extremo.
"El rey de los espinos" cuenta con ilustraciones del barcelonés Riki Blanco, hecho que -Figueras insiste- estaba claro desde que empezó a escribir la historia hace cuatro años.
Esto guarda relación con "las historietas que leía de pequeño y las ilustraciones que tenían esos libros", relata.
Sobre la extensión del libro, Figueras añade que, a pesar de que cada vez "se lee más corto", el público "agradece temas de largo aliento".
"Estamos enamorados de series de las que vemos temporadas enteras, que vemos incluso en maratones, y hay trilogías enormes que han sido éxito en venta. Lo importante es que un libro debe contar una historia que conecte con los lectores", advierte.
El escritor argentino confiesa que le gustaría volver a escribir sobre esta historia, porque es "un tema que da para mucho más" y en algún momento le encantaría convertir "El rey de los espinos" en una serie para televisión.
Figueras es escritor, cineasta y periodista. Ha publicado las novelas "El muchacho peronista" (1992), "El espía del tiempo" (2002), "Kamchatka" (2003), "La batalla del calentamiento" (2007) y "Aquarium" (2009), entre otras.
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