"Nosotros siendo un país pequeño estamos inscritos en la gran tradición de poesía iberoamericana, pero por diferentes razones no hemos tenido esa proyección que han tenido otros países, y no se ha mostrado nunca lo que fue, ni lo que es ahora mi país".
MADRID, España.- El poeta dominicano José Marmol se alzó el pasado mayo con el XIII premio Casa de América de Poesía Americana, por el "Lenguaje del mar", un libro que acaba de publicarse y que da visibilidad literaria a esta parte del Caribe, inscrita en la gran tradición pero desconocida, según el autor.
"Nosotros siendo un país pequeño estamos inscritos en la gran tradición de poesía iberoamericana, pero por diferentes razones no hemos tenido esa proyección que han tenido otros países, y no se ha mostrado nunca lo que fue, ni lo que es ahora mi país", explicó hoy a Efe, Marmol, poeta medular en su país.
Marmol (Santo Domingo, 1960) filósofo y creador de la Colección Egro de Poesía Dominicana Contemporánea, es autor de numerosos títulos, entre los que destacan "El ojo de arúspice", "Encuentro con las mismas otredades" o "La invención del día", con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía de su país en 1987.
Poseedor también de numerosos galardones, Marmol tiene una potente y solida voz poética que se alimenta del pensamiento y de la emoción, de la idea que acuñara Unamuno: "Siente el pensamiento, piensa el sentimiento", que luego secundara María Zambrano, y también bebe en Heidegger y Hölderlin.
Y en "Lenguaje de mar", el libro ganador, ofrece una visión del mar al mejor estilo nerudiano, y no solo plasma la belleza plástica del Caribe, sino toda su complejidad.
"Como una suerte de entidad cosmogónica en el sentido de que crea la vida y también cosmológica porque nos da una perspectiva de pensamiento. Te hace ver el mundo de una manera particular, distinta a como estar en tierra firme", argumentó el autor.
Un libro transparente en el que el mar y la naturaleza son los grandes protagonista y por donde pasan los retos que plantearon otros poetas como Pedro Salinas, Rafael Alberti, o Juan Ramón Jiménez, según subrayó el jurado que le concedió el galardón.
"Para nosotros el mar significa el hecho de dar vida, pero también de quitarla -precisó-, porque la triste realidad es la pobreza que circunda a muchos de los dominicanos que pretenden vadear esas aguas procelosas del canal de la mona para llegar a Puerto Rico y luego a Estados Unidos en busca de mejor vida".
Marmol añadió que la literatura de los países latinoamericano no tiene mucha relación o vasos comunicantes. "Concretamente, en el caribe hispano no tenemos mucho intercambio literario, ni con Cuba ni con Puerto Rico. Vivimos unos tiempos en los que lo precario y la incertidumbre son los elementos esenciales y eso nos hace ser más endogámicos y que nos olvidemos de otros países", recalcó.
El poeta perteneciente a la generación de los 80, un momento histórico en el que se da un giro importante a la escritura en su país, con un avance de la poética del pensar en detrimento de la poesía más social, una circunstancia, que según, Mármol se da también en otros países latinoamericanos.
"Ahora, sin embargo, veo -dijo- a los jóvenes más preocupados por el lenguaje de la calle por lo verdaderamente evidente, y también en lo evidente hay profundidad y hay que hurgar, pero eso no se hace. Veo a los jóvenes mas preocupados por el gesto corporal que por la palabra", añadió.
"Nosotros siendo un país pequeño estamos inscritos en la gran tradición de poesía iberoamericana, pero por diferentes razones no hemos tenido esa proyección que han tenido otros países, y no se ha mostrado nunca lo que fue, ni lo que es ahora mi país", explicó hoy a Efe, Marmol, poeta medular en su país.
Marmol (Santo Domingo, 1960) filósofo y creador de la Colección Egro de Poesía Dominicana Contemporánea, es autor de numerosos títulos, entre los que destacan "El ojo de arúspice", "Encuentro con las mismas otredades" o "La invención del día", con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía de su país en 1987.
Poseedor también de numerosos galardones, Marmol tiene una potente y solida voz poética que se alimenta del pensamiento y de la emoción, de la idea que acuñara Unamuno: "Siente el pensamiento, piensa el sentimiento", que luego secundara María Zambrano, y también bebe en Heidegger y Hölderlin.
Y en "Lenguaje de mar", el libro ganador, ofrece una visión del mar al mejor estilo nerudiano, y no solo plasma la belleza plástica del Caribe, sino toda su complejidad.
"Como una suerte de entidad cosmogónica en el sentido de que crea la vida y también cosmológica porque nos da una perspectiva de pensamiento. Te hace ver el mundo de una manera particular, distinta a como estar en tierra firme", argumentó el autor.
Un libro transparente en el que el mar y la naturaleza son los grandes protagonista y por donde pasan los retos que plantearon otros poetas como Pedro Salinas, Rafael Alberti, o Juan Ramón Jiménez, según subrayó el jurado que le concedió el galardón.
"Para nosotros el mar significa el hecho de dar vida, pero también de quitarla -precisó-, porque la triste realidad es la pobreza que circunda a muchos de los dominicanos que pretenden vadear esas aguas procelosas del canal de la mona para llegar a Puerto Rico y luego a Estados Unidos en busca de mejor vida".
Marmol añadió que la literatura de los países latinoamericano no tiene mucha relación o vasos comunicantes. "Concretamente, en el caribe hispano no tenemos mucho intercambio literario, ni con Cuba ni con Puerto Rico. Vivimos unos tiempos en los que lo precario y la incertidumbre son los elementos esenciales y eso nos hace ser más endogámicos y que nos olvidemos de otros países", recalcó.
El poeta perteneciente a la generación de los 80, un momento histórico en el que se da un giro importante a la escritura en su país, con un avance de la poética del pensar en detrimento de la poesía más social, una circunstancia, que según, Mármol se da también en otros países latinoamericanos.
"Ahora, sin embargo, veo -dijo- a los jóvenes más preocupados por el lenguaje de la calle por lo verdaderamente evidente, y también en lo evidente hay profundidad y hay que hurgar, pero eso no se hace. Veo a los jóvenes mas preocupados por el gesto corporal que por la palabra", añadió.
0 comentarios:
Publicar un comentario