La autora argentina recibe hoy en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el premio Sor Juan Inés de la Cruz, por su novela "El cielo no existe".
Guadalajara.- "La literatura acartonada no me va", dice la escritora argentina Inés Fernández Moreno, flamante ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz por El cielo no existe. En su novela conviven la trata de mujeres y los conflictos con la maternidad, en una Buenos Aires de grandes contrastes, reseña Dpa.
Fernández Moreno (Buenos Aires, 1947) se muestra entusiasmada con el galardón que le entregará hoy por la noche la Feria Internacional del Libro (FIL) de la ciudad mexicana de Guadalajara por su libro, con el que transita entre el policial y la comedia.
"Es un premio que en primer lugar lleva el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz, que es una mujer realmente fuera de serie, y me da alegría y orgullo ganarme un premio que está bautizado con su nombre", indica la autora de las novelas La última vez que maté a mi madre y La profesora de español.
"Y en un terreno más práctico, te pone en contacto con la comunidad latinoamericana a la que pertenecemos, te pone en circulación, te saca un poco al mundo. Es un paso de expansión de tu carrera", afirma. La distinción, dotada de 10.000 dólares, reconoce a escritoras de lengua española y cuenta con el auspicio de la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Si bien la trama de El cielo no existe (Alfaguara) se sitúa en Buenos Aires, "en alguna medida también da cuenta de las realidades urbanas de las ciudades latinoamericanas, de situaciones de violencia y de delincuencia y de horror, en este caso para la mujer", apunta.
Un ingrediente importante de la novela es el humor. "Es algo que me surge muy naturalmente y que valoro mucho. Creo que el humor es una forma de inteligencia, te permite tomar una distancia de cosas que son dolorosas, que a través del humor uno puede digerirlas y entenderlas".
En un ámbito de mujeres, la protagonista es Cala, que a sus 50 años se encuentra de golpe a cargo de un bebé. Se trata del hijo de Sabrina, la mujer que cuidaba a su madre, que le robó dinero y desapareció. Cala, de clase media y sin hijos, inicia la búsqueda de Sabrina.
Hija del poeta César Fernández Moreno y nieta del también poeta Baldomero Fernández Moreno, confiesa: "Yo ni me imaginaba que iba a escribir. Y empecé a escribir grande, después de los 35 años. Ni se me ocurría, ya con mi viejo, pobre, con todo lo que había sufrido con su padre, (pensaba) otro Fernández Moreno más que escriba, no..."
Pese a llevar tres novelas publicadas, Inés Fernández Moreno se siente sobre todo cuentista. "Advierto que en los cuentos puedo manejarme de una manera más fantasiosa, mientras que las novelas en general me salen de algo más biográfico, concreto. Siempre en el fondo está uno en cualquier cosa que escribas".
En el caso de su más reciente libro, refiere: "A mí me pasó de verdad que mi madre es muy mayor, que yo soy la única hija y tengo que cuidarla. Es un momento particular de la vida, porque estás entre tus hijos y una madre. Tenés que estar todavía proveyendo las necesidades de los hijos y además a las demandas de una madre mayor. Había una chica que la cuidaba que le robó dinero de su caja de ahorro".
Esa situación doméstica personal se convirtió en el "núcleo generador". "Empecé escribiendo de esto y después se me disparó, fueron apareciendo otras cosas sobre las cuales me interesa escribir. Porque a veces una trama determinada lo que te permite es la escritura. Después la escritura se echa a rodar sobre esa trama, es una excusa para poder escribir".
El cielo no existe le demandó aproximadamente un año y medio de trabajo. "No mucho en realidad para mis tiempos, que son lentos", indica. La novela está impregnada por una fuerte presencia de Buenos Aires. "Ando mucho por la ciudad, a pie y en subterráneo, y me siento muy constituida por la ciudad, en el sentido que para mí no es un escenario externo. Con todo lo que yo quiero y todo lo que detesto de Buenos Aires, para mal y para bien, yo soy de acá".
La autora de libros de relatos como La vida en la cornisa y Mármara, ganadora del Premio Internacional de Cuentos Max Aub, se manifiesta admiradora de su compatriota Julio Cortázar ("Es un escritor que yo amo, como cuentista sobre todo"). También menciona entre los escritores que la han marcado a los franceses Gustave Flaubert, Guy de Maupassant y Marcel Proust y los italianos Dino Buzatti e Italo Calvino. "Tengo una cultura bastante ecléctica y anárquica, no soy una lectora ordenada y minuciosa", aclara.
Entre sus próximos proyectos habrá un volumen de cuentos, Malos sentimientos. "Y una especie de crónica medio biográfica que tiene que ver con unos papeles inéditos de mi padre que aparecieron y lo que me pasó con eso", adelanta. Pero antes Fernández Moreno recibirá el Sor Juana, uno de los grandes galardones de la feria que se extiende hasta el domingo, con Argentina como invitada de honor.
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