domingo, 28 de octubre de 2012

Rosa Silverio: “Un escritor no puede escribir con miedo”


LA ESCRITORA SANTIAGUERA RESIDE EN MADRID. ESTUVO EN EL PAÍS PARA PROMOCIONAR SU LIBRO DE CUENTOS “A LOS DELINCUENTES HAY QUE MATARLOS”, PUBLICADO POR PUNTO DE LECTURA
La escritora y poeta Rosa Silverio Filpo, Ro para sus cercanos, estuvo en el país promocionando y presentando las credenciales del libro de cuentos “A los delincuentes hay que matarlos”.
Con una agenda extensísima para una visita de pocos días, la santiaguera, antigua caminante en Converse por la calle Del Sol, estuvo participando de encuentros poéticos y preparando la presentación de su libro.
Anduvo entre Santo Domingo y Santiago, redacciones de diarios, librerías e instituciones culturales conocidas y muy queridas por la autora de “Arma letal”, libro con el cual ganó el Premio de Poesía Salomé Ureña.
Rosa Silverio vive en Madrid desde hace varios años.
En Santiago publicó el poemario “Desnuda” y organizaba actividades literarias con su gente cómplice del taller “Tinta fresca”. En el libro “A los delincuentes hay que matarlos” juntó 13 historias protagonizadas por personajes engendrados aquí, allá y acullá. Ha dicho que son “galanes” y mujeres “de belleza tropical” cuya personalidad ha mezclado a su conveniencia.
Incomprendida y tantas veces acribillada por los prejuicios que hacen nido en los pueblos, Rosa puso poco oído a las críticas y siguió escribiendo sin dejar de leer jamás. El sello editorial Punto de Lectura, que es parte de Prisa Ediciones y Santillana, ha sido el amparo de la escritora en esta cabalgata con las asombrosas historias de “A los delincuentes hay que matarlos”.
Recomendamos “La mano que me toca de noche”.
En Santiago la presentación del libro se realizó el 17 de octubre en La 37 por las Tablas. Parte de los cuentos son: “La viuda negra”, “La mano que me toca de noche”, “Obsesión”, “La canción rota”, “La venganza de la Señora Mo”, “El falso suicida” y el que da título al libro, “A los delincuentes hay que matarlos”.
Sobre la reciente obra de Rosa Silverio, la escritora española Rosa Montero aseguró que son cuentos que desorientan y desasosiegan al lector.
“Ha escrito unos cuentos de dolor y de ternura que están llenos de veracidad y que van desde la inocencia y la ironía hasta el horror más seco y memorable”, escribió Montero.
Llana, certera, sonriente y sin vacunas de moralina, responde aquí la misma Rosa de siempre.
TUS HISTORIAS RELATAN ASUNTOS DE LOS QUE NUNCA SE HABLA Y LOS PERSONAJES INQUIETAN. ¿DE DÓNDE LOS SACASTE?
Los personajes de mis cuentos no son típicos, ni buenos ni malos, tienen sus sombras, luces. Son personajes que tienen algo retorcido o viven una situación extrema que hacen que se comporten de una manera sorpresiva.
Representan nuestras pasiones ocultas, morbos, angustias, silencios.
¿LOS CUENTOS TIENEN NACIONALIDAD?
Hay personajes dominicanos, hay unos escritos en España, en La Romana, en Santo Domingo, hay migrantes.
Lo más importante es que son personajes universales, que pueden vivir tanto aquí como en Europa. Y no necesariamente están basados en personajes reales, pero sí pueden tener rasgos de personas que he conocido.
¿POR QUÉ “A LOS DELINCUENTES HAY QUE MATARLOS” PARA IDENTIFICAR EL LIBRO?Porque es un cuento que denuncia la situación actual en República Dominicana, donde mucha gente es asesinada en los famosos intercambios de disparos. Es una crítica al sistema judicial que tenemos, a la condena de pólvora que tiene la Policía.
NARRATIVA Y POESÍA, ¿DÓNDE TE SIENTES MEJOR? El género es simplemente el vehículo para crear y comunicarme. En cualquier género, siempre que pueda crear me siento cómoda. He dedicado mucho tiempo a la poesía, para madurar. La narrativa siempre ha sido una constante en mi vida. Siempre que sea ficción es lo que importa.
POR TU PERSONALIDAD Y LOS TEMAS TOCADOS, MUCHOS TE CONDENARON A LA HOGUERA. ¿HAY QUE EMIGRAR PARA GANAR RESPETO COMO AUTORA?
Es increíble, nadie es profeta en su tierra. Me aprecian más en Santo Domingo.
Pueblo chico infierno grande. En España me siento muy apreciada y valorada.
Emigrar me ha permitido conocer más, conocer gente más asertiva, con la mente más abierta y he tenido otras oportunidades.
Quiero mucho a Santiago y mi país, pero también creo que estamos en una época parecida al Medioevo, en el sentido de que aún hay muchos tabúes, prejuicios. Ser una mujer no es tarea fácil porque si tomas decisiones, si hablas o escribes de sexo, es pecado. Al salir de aquí, he sido mejor entendida y se ha valorado más el trabajo que he hecho. Aquí la mínima cosa es censurada.
Y no puedes reírte mucho porque entonces eres una “loca”.
¿OTRAS RAZONES DEL LIBRO? 
La franqueza. Este libro es una muestra de que un escritor debe tener total libertad creativa para escribir lo que quiera y sin temor a que puedan pensar que relata una situación propia.
Un escritor no puede escribir con miedo, debe ser valiente y escribir desde la autenticidad, porque solo así su obra será trascendente y será valorada.

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