sábado, 23 de junio de 2012

Celebran coloquio literario: Vida y obra del poeta mocano Manuel Valerio.


Moca, República Dominicana.- El  Ministerio de Cultura (MINC), la Academia Dominicana de la Lengua y la Oficina Senatorial de la Provincia Espaillat auspiciaron la celebración del coloquio “Vida y obra del poeta mocano Manuel Valerio”, en el cine teatro Don Bosco de Moca.
El acto estuvo encabezado por Basilio Belliard, director de Gestión Literaria del MINC. Además, estuvieron presentes el senador José Rafael Vargas, el doctor Juan Alberto Peña y el declamador Antonio Rafael Gómez (Kero).
Belliard, al hablar en el acto en el que también se pusieron en circulación las obras completas del finado escritor, dijo que se trataba de una de las voces más singulares y potentes de su generación, y que sus trabajos deben ser conocidos y estudiados por las actuales generaciones.
Sostuvo que con la edición de sus obras espera se haga justicia crítica y que su legado literario pueda ser disfrutado tanto por los mocanos como por todos los dominicanos.
En su exposición valoró que Valerio canta a la muerte como el estado natural de la vida, y que el fuego, el agua y la muerte dan a su obra un aura ciertamente mística. Agregó que hay una preocupación por el origen el hombre, debido a que habla de la creación del mundo por manos divinas.
La presentación del coloquio estuvo a cargo del senador José Rafael Vargas, ocasión en que resaltó la importancia de que aumente el interés por conocer al poeta, a quien definió como una reserva del movimiento de la Poesía Sorprendida.
Previamente, el público disfrutó de la presentación del video “Vida y obra de Manuel Valerio”, en el cual sus amigos hablaron de su accionar en la poesía dominicana. A continuación, Rafael Gómez inició la lectura y declamación de algunas de sus poesías; luego, el público participó leyendo sus trabajos, al tiempo que formulaba preguntas al panel que eran respondidas con toda propiedad.
Finalmente, todos los presentes fueron obsequiados con las obras completas de Manuel Valerio.

sábado, 2 de junio de 2012

Cultura anuncia ganadores Premio Anuales de Literatura y Música.


El acto estuvo presidido por José Rafael Lantigua, Ministro de Cultura, acompañado por Bernarda Jorge, Viceministro de Creatividad y Participación Popular, quien coordinó los premios de música, además Basilio Belliard, Director de Gestión Literaria y organizador de la parte de literatura


SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La  Sala de Arte Ramón Oviedo, del Ministerio de Cultura, fue el escenario para anunciar los ganadores de los Premios Anuales de Literatura y Música, correspondiente al 2011.
El acto estuvo presidido por José Rafael Lantigua, Ministro de Cultura, acompañado por Bernarda Jorge, Viceministro de Creatividad y Participación Popular, quien coordinó los premios de música, además Basilio Belliard, Director de Gestión Literaria y organizador de la parte de literatura.
La lectura de los veredictos fue realizada por el ministro Lantigua, bajo la supervisión de Julio Salvador Castaños, abogado notario.
En el renglón de música, fueron presentados 46 obras: 29 en el género popular  y 17 en música clásica.
Darwin Omar Aquino ganó en el género Música de Cámara “Juan Francisco García”, con la obra Siete cuentos de Juan Bosch, mientras que  Misael Abdías Mañon Vargas, obtuvo el premio  “Fradique Lizardo” género Folklórico, por la obra Navidad. Milciades Méndez Rosario fue galardonado  en el género  Pop Rock  con la obra Voy a amarte.
Basilio Belliard, quien organizó la parte de literatura  declaró que “cada año se incrementa el número de participantes además del estimulo  y entusiasmo, siendo el renglón de poesía y novela los más cultivados”.
En el renglón de literatura participan entre 200 y 300 obras cada año. En esta versión el renglón de cuento fue galardonada la obra La secta del crisantemo de Ángela Hernández;  en poesía  Debí dibujar el mar en alguna parte de Ariadna Vásquez Germán y  en historia La caña da para todos de Arturo Martínez Moya.
En teatro el premio es para  León David por La escandalosa y muy comentada historia de la casta Susana o las increíbles peripecias de la virtud; en ensayo sociopolítico fue premiada la obra Y tu abuela dónde está, el negro en la historia de la cultura dominicana”, de Carlos Esteban Deive, y  en literatura infantil A la orilla de la mar, de Rafael Peralta Romero.
El total de obras presentadas en literatura fue de 254 textos: 61 en el género de poesía, 40 en novela, 43 en cuento, 34 en literatura infantil, 16 en teatro, 45 ensayos y 15 en el género de historia.
Los jurados en el renglón de música en la modalidad clásica fueron Julio De Wint, Jacinto Gimbernard y José Antonio Molina y para la modalidad popular, Maridalia Hernández, Jorge Taveras y Dionis Fernández.
En literatura los jurados en el renglón  Poesía fueron Claribel Alegría, Néstor Rodríguez y Juan Carlos Mieses; en Historia Jorge Tena Reyes, Alejandro Paulino y Mukien Sang Ben ; Teatro Dionis Rufino, Claudio Rivera e Iván García Guerra.
Los evaluadores en  Ensayo Sociopolítico, fueron Soledad Álvarez, Guillermo Piña Contreras y Nina Bruni; en el género de Literatura Infantil Brunilda Contreras, Emelda Ramos y Ana María Fuster y en Novela Efraín Castillo, Manuel Matos Moquete y Alejandro Aguilar.
Los siete  intelectuales y tres músicos  que fueron declarados ganadores en las diferentes categorías recibirán sus premisos a finales del mes de junio.


Un siglo de poesía en la región Este


DENIS MOTA ALVAREZ
Adentrarse en la tarea de delimitar el concepto de poesía en la región Este del país y establecer los pilares de las construcciones conceptuales que han servido a los poetas, de las diferentes provincias y de los diversos estadios históricos, para articular una poesía entre los influjos y los reflujos del desamparo, el caos, la complejidad y la inestabilidad de una colectividad histórica, caracterizada -en sus raíces- por el rigor asfixiante y autoritario del haterismo, la manigua, las intervenciones extranjeras, las gestas cívicas de repudio a estas intervenciones –desde populares guerra de guerrillas que los yanquis etiquetaron como “gavillerismo”-, el establecimiento de corporaciones transnacionales con poder económico y político sobre la población y la progresiva fusión de etnias y culturas, que fueron aportando los componentes y los valores, las ideologías y las creencias religiosas que han crecido y desarrollado en  el paisaje hatero e inconmensurable cañaveral, coadyuvando a la formación y al imaginario del discurso literario y, en consecuencia, poético de la región.
A pesar de los escenarios arriba descritos, a finales del siglo XIX y principios del XX, en San Pedro de Macorís -tierra de poetas, primero, y, tiempo después, de peloteros-, la poesía nace, pica y se extiende desde allí por la región y más tarde por todo el país, desde la principalía de los hermanos Gastón y Rafael Deligne, quienes trazaron coordenadas líricas que todavía perduran en alma nacional.
Gastón Fernando Deligne nació en Santo Domingo, en 1861, publicó en vida los poemarios Soledad, 1887, y Galaripsos, 1908, por varias décadas fue considerado nuestro poeta nacional, por la riqueza emocional y filosófica de su poesía, de cierto dejo romanticista. Escribió poemas de gran aliento, como Angustia, dedicado al también poeta Arturo Pellerano Castro, y ¡Ololoi!, dedicado a Américo Lugo: “Yo, que observo con vista anodina /cual  si fuesen pasajes de China… /Tú, prudencia, que hablas muy quedo,/ y te abstienes, zebrada de miedo; /tú, pereza, que el alma te dejas /en un plato de chatas lentejas/ (…) /y ¡oh tú, laxo no importa!, que aspiras /sin vigor, mirando, no miras…”, poema en que hace una radiografía social de finales y principios de los siglos diecinueve y veinte. Rafael Deligne, hermano menor, también nació en Santo Domingo, en 1863, poeta de tendencia romántica. Obras: “La justicia y el azar” (drama en versos) 1894, “Milagro” (narración en verso) 1896, “Vidas tristes” (drama en prosa) 1901, “En prosa y verso” (artículos, cuentos y poesías), 1902. De su poema Nupcias: “La nueva esposa lánguida camina /hacia la alcoba oliente de azahares, /donde preside maternal Lucina /la tropa inquieta de los dioses Lares”.
Me detengo en esta primera entrega en los poetas Gastón y Rafael Deligne, que aunque nacieron en Santo Domingo, desarrollaron su quehacer literario en San Pedro de Macorís entre finales y principios de los siglos XIX y XX. Fueron dos poetas vitales para la poesía regional y nacional.  Fernando, de gran profundidad filosófica, fuerza vital y una visión patriótica. Ambos poetas y hermanos pasan sus últimos años en San Pedro de Macorís, en donde se les otorga la condición de petromacorisanos. Sin embargo, la vida de ellos discurrió de forma trágica.  A los cincuenta y un años, Fernando, horrorizado ante los síntomas de la lepra  y los recuerdos de la agonía muerte de su hermano Rafael acomete suicidio en 1913.
La antorcha poética fue recogida, entre otros, por Quiterio Berroa, Armando Oscar Pacheco, Porfirio Herrera, Federico Bermúdez, los Ducoudray, Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi), Pedro Mir, René del Risco Bermúdez hasta los poetas vivos Norberto James y Federico Jóvine Bermúdez, más los jóvenes actuales, quienes hacen de San Pedro de Macorís el Olimpo de la poesía dominicana.