lunes, 31 de diciembre de 2012


LA VOZ Y LA POESÍA NOS ENCADENAN

PABLO RAMOS BENCOSME
MIEMBRO DEL TALLER LITERARIO TRIPLE LLAMA



“¿Quién ha matado a este hombre que su voz no esté enterrada?”. Así con esta cita de Manuel del Cabral empiezo, pues en su coraza poética Enrique Gismero enmascara la más sangrienta de las pasiones: “voy gastando mi vida con mis actos”. Gismero exprime ese deseo, aquella excitación del inframundo que sólo unos cuantos viven, tal es así que nos sumerge en su numen:

Habito en soledad, vivo en ausencia,
soy la voz de los verbos conjugados
sobre un papel de espuma evaporada
que sólo deja sombras de presencia,
soy el óleo reseco en la paleta,
soy la piedra hendida por cinceles ,
la nota imperceptible
que morirá buscando la armonía;
soy las manos que mueren cada día
al saberse colmadas de ignorancia.
(Del poema: “Voy gastando mi vida con mis actos”).

Tan característico como aquel “diabulus in música”, Gismero preña su obra con colores inmensos y vestidos de su propia sangre, los cuales, en el capítulo cuarto, esculpe con aquella alegría:

Un dedo que palpita
y una gota de sangre que rebosa
para manchar de vida cada letra
matar la paz y profanar recuerdos
para dolerse después de la mentira.
(De poema: “Capítulo cuarto”).

Es allí que nos obliga a pensar en aquel fragmento de Alfonsina Storni de su poema “Esto es amor, esto es amor, yo siento…”:

 “Y no puedo ya más, en cada gota
de mi sangre hay un grito y una nota.”

El poeta desglosa cada centímetro de su cadena. Maldice aquellos “grilletes” que el silencio y el tiempo ponen a la voz”. Escrita y sellada está la sentencia: Gismero crea y superpone lo esencial y lo encadena a cada lector. Para terminar le cito por última vez:

Y apurando mi vida trago a trago
agoniza mi sangre
y entre mi sangre yazgo
herido mortalmente de poesía.

PABLO RAMOS BENCOSME
MIEMBRO DEL TALLER LITERARIO TRIPLE LLAMA


 LA REALIDAD DESENCADENADA DE ENRIQUE GISMERO
Winston Paulino
winston.paulino@gmail.com
La voz encadenada de Enrique Gismero nos sumerge en un mundo surrealista donde el sujeto lector vive cada verso en carne propia. Aquí doy un ejemplo tomado de su poema Preludio: He visto cómo nace/ de un beso la tristeza, / cómo de una caricia/ se evade la ternura, / cómo el afecto cambia hasta  volverse un defecto que llena/ todas las hendiduras de los cuerpos/.
El autor antes mencionado realiza una simbiosis con el lenguaje novedoso que utiliza en la trayectoria del poemario. Rompe las cadenas que amordaza su voz, y libera a los demonios que están en su interior. Wittgenstein decía: "Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo". En el poema La Reconciliación de la memoria, el vate español añade: La reconciliación de la memoria/ es la losa que pesa en nuestros días/ de vigilias y sombras, de cadenas/ que hostigan la presteza de los pasos/ cuando huyen del pasado fingido/ para buscar la siembra de los sueños/.
En estos versos Gismero muestra la cotidianidad del hombre acerca de su realidad futura. John Lennon decía: " Mientras más realidad enfrentamos, más nos damos cuenta de que la irrealidad es el programa principal del día". Este magnífico libro está compuesto por 19 poemas, que hacen una cadena poética en la estructura del idioma, lo que evidencia un buen manejo de la lengua española. Y además está escrito con un vuelo intuitivo y con cierta extrañeza reflexiva, donde dicho intelectual madrileño abre los horizontes de su idioma para que el público lector pueda apreciar la hondura de los ecos temáticos propuestos.
Enhorabuena,  desde República Dominicana, y del Taller Literario TRIPLE LLAMA de Moca, provincia Espaillat. Pues le damos la felicitación a nuestro amigo y hermano Enrique Gismero por su creación poética La voz encadenada.

ENRIQUE GISMERO: UNA LUZ ENTRE LAS SOMBRAS
            HENRY MANUEL HERRERA
Taller Literario Triple Llama, Moca, Prov. Espaillat, República Dominicana.
Correo electrónico: henry.hm77@gmail.com
Celular: 829-641-7555

España, tierra de historia, de patria, de música, pero sobre todo de arte y cultura, ha parido a uno que no dudamos que es grande, como tantos otros de sus hijos, ha dado a luz a un joven ilustre de la pluma y el papel. Nos referimos al escritor Enrique Gismero, quien logra que en una de sus más recientes obras: El cuerpo de las sombras, confluyan un dominio del lenguaje y una sutil música de los versos, y tiene la capacidad de iluminarnos a través de la extraña luz que sólo irradia la “sombra” de su composición. La indexación de este loable libro se compone de tres (3) partes, dándole así una estructura a la poesía y permitiendo al lector organizarse mentalmente para poder deleitar mejor el alma con cada verso de esta sublime creación.
Como una forma de vaticinar el futuro del madrileño Gismero, podemos decir que legó una impronta en el mundo de las letras, no sólo por la magnificencia de sus versos, sino por el sentido solidario del autor al querer entablar relaciones amistosas atravesando, vía la comunicación y el envío de sus obras, el imponente Océano Atlántico y llegando a la tierra ubicada en el bravo Mar Caribe para fomentar los tan importantes vínculos de amistad. El sabio Aristóteles muy bien destacó la importancia de asociarse con los demás por la naturaleza social y gregaria del hombre.   
En la República Dominicana, hemos tenido la dicha de albergar a grandes escritores y humanistas; y siempre nos regocijamos al recibir textos de autores y más cuando éstos son de calidad. Ojalá que sus ejemplares puedan propagarse a lo largo de América como ya ha y está sucediendo, majestuoso continente lleno de belleza, inteligencia, codiciado por muchos a lo largo de los tiempos y que quienes lo conquistan quedan inmortalizados con el éxito en la historia de su literatura.
Vivimos en una época en la que el consumismo nos ha arropado, sustituyendo en muchas partes del mundo el hábito de leer o escribir, lo que genera que no se resalte el esfuerzo de quienes sí lo hacen; no obstante, siempre hay una luz en medio de la oscuridad y es deber de esa luz dispersarse en la conciencia de todos, destruyendo poco a poco la ignorancia y dándole paso a una continua batalla de luces y sombras; pero, una vez iluminado el camino, la trayectoria hacia el premio más grande de todos será inevitable, el premio del respeto y el reconocimiento de los demás.
Felicitamos al joven Gismero por la obtención del X Premio Internacional de Poesía León Felipe, entre otros más, y lo instamos a que siga iluminando con su labor, porque no está solo, ahora cuenta con las suntuosas llamas de nuestro taller literario. 

EL CUERPO DE LAS SOMBRAS DE ENRIQUE GISMERO

Carmith Herrera
carmith.herrera.2992@gmail.com

Al leer El cuerpo de las sombras, te embarcas en un viaje reflexivo y al mismo tiempo exótico y sublime que te llevas a recorrer las emociones de un auténtico poeta.

Cabe destacar que la poesía de Enrique Gismero posee un sabor picante que te seduces, te golpeas y te secuestras para luego transportarte al nirvana que muchos lectores quieren palpar tras leer un poema de calidad como los que el autor referido editó en el poemario mencionado.


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