miércoles, 31 de agosto de 2011

LA PERDIDA DE PRESTIGIO DE LA POESIA

LA PERDIDA DE PRESTIGIO DE LA POESÍA

Por Favio Luis Candelier

La poesía es uno de los géneros literarios más antiguos y en la antigüedad era una de las artes más populares que existían, uno de los escenarios donde el pueblo se reunía a compartir, a crear, un arte que completaba la vida.

El origen de la poesía

El concepto “poesía” surgió en la antigüedad. Filósofos como Platón la tomaron para referirse a literatura, la poesía abarcaba en general a todas las letras; sin embargo posteriormente dicho nombre quedó relegado a la lírica, ya que cada género tomó su nombre que lo caracterizaba. Los orígenes de la poesía la ubican no como un género para ser leído, sino representado, por eso la lírica se hallaba tan intrínseca en la vida de los pueblos. Era algo que se respiraba, todos aquellos que así lo desearan, tenían acceso a disfrutar de este arte.

Esas representaciones se realizaban con la finalidad de entender la vida social y política y servía para que todo el pueblo se sintiera parte de aquello. A través de la poesía se resolvían problemas filosóficos y se ponían en palabras aquellas cosas de las sociedades que no parecían poder decirse de otro modo.

Entender la poesía

Algunos escritores al referirse a la poesía hablan del arte puro, donde los sentimientos afloran sin estructuras y pueden representarse y saltarse todas las barreras que las sociedades imponen y condicionan la vida de las personas.
Lo es, es el arte más puro, sin hilos ni prejuicios que la afecten; sin embargo, con el transcurso de los siglos y por esa necesidad del ser humano de etiquetarlo todo, lentamente la poesía desapareció del saber popular para ubicarse en una región elitista, donde los que la leen, sólo escudriñan para encontrar estructuras y desnudar sus rimas y acentuaciones… y al día de hoy, pese a continuar siendo tan pura como en sus orígenes sólo unos pocos se acercan a ella y la disfrutan, los otros se escudan en -no tengo inteligencia para entender esto.

Pero ¿desde cuándo hace falta inteligencia para absorber poesía? En todo caso y sí, sensibilidad, capacidad de asombro, de entrega. Al igual que la música, la poesía entra por los ojos y por los oídos y se te mete adentro. Si la dejas ella es capaz de removerte y hacerte captar cosas que ni te imaginas, pero si te llenas de escrúpulos y barreras, no podrás apreciarla. Ella no tendrá libertad, entrará por tus ojos, irá a tu cerebro y no hará nada…porque no es para el cerebro para quien está escrita, sino para el alma.

Todo se desvirtúa en este mundo, y por eso artes como la filosofía, la política y la poesía no se las ve como tal cosa, sino como algo que está relacionado únicamente con el intelecto, y así quedan reservados sólo para el disfrute de unos pocos. Desde mi punto de vista, los males mayores del mundo son el producto de valorar en exceso la mente y dejar los sentimientos y la percepción del mundo a un costado.

¿Por qué poesía no?

Hoy en día el género narrativo por excelencia parece ser la novela, se atiborran las librerías de ellas: de ciencia ficción, románticas, épicas, fantásticas, realistas y una variedad incalculable de otros subgéneros. Sin embargo, encontrar libros de poesía es más difícil y para un poeta conseguir una editorial dispuesta a publicarlo se vuelve una ardua tarea, nadie parece interesado en jugarse por este género porque la gente ha perdido el interés. Pero ¿cuál es la verdadera razón de que la poesía haya decaído tanto?

Desde mi humilde punto de vista, la razón es que los seres humanos cada vez vamos más a lo superficial, nos emocionamos menos por las cosas que valen la pena y nos motivan las cosas complejas y que no exigen que nos involucremos de cuerpo y alma, sólo que nos hagan pensar. Por eso dentro del género novelesco, cobra tanta importancia la novela negra y de ciencia ficción, porque nos hacen pensar, imaginarnos qué podría pasar y demás, pero no nos hacen llorar, no nos obligan a arrancarnos el alma y dejarla sobre la mesa mientras nos internamos en la lectura.

La poesía no vende, es un género que parece arcaico, cuando en realidad está más vivo que nunca… ¿cuántas personas leen poemas? ¿Cuántos los escriben? Pocos, poquísimos y sin embargo, existen poetas, sólo que el negocio editorial no los hace participar también de el mercado, no les brindan la publicidad pertinente ni les dan el espacio que si tienen los escritores de narrativa.

¿Por qué no leer poesía? ¿Por qué no publicarla? ¿Por qué no recitarla en las calles? Escuchando poesía Cometeré un error. Se supone que los que redactamos artículos cuasi-periodísticos (el mío lejos está de serlo), no debemos contar cosas de nuestra vida privada, sin embargo, esta nota me mueve a hacerlo, y, aunque no suelo hacerlo, en esta ocasión romperé con la estructura y les contaré algo. Cuando tenía 15 años, escribía poesía desde bastante antes, fui con un poema que me había parecido muy bueno, para mostrárselo a mi padre, a quien siempre le ha gustado la lírica y de quien posiblemente pude sacar ciertos genes literarios. Iba muy ilusionada creyendo que me diría que le gustaba mucho, sin embargo su respuesta fue seca y me partió el alma. -Como muestra de sentimientos está muy bien, pero deberías trabajar mucho la métrica y ciertas rimas que no quedan bien.

Entonces comprendí que la noción que él tenía de lo que era una poesía era muy diferente a la mía, posteriormente, conocí gente, incluso poetas, amantes de la lírica, cuyo modo de pensar se parecía a la de mi padre, eso es lo que me mueve a escribir esto. ¡Cansada de que se quiera medir la poesía!

Con todo esto no quiero decir que al leer poesía uno debe dejar al margen sus ideas o poner la mente en blanco, sino poner todas sus capacidades a disposición de esa lectura, de esa obra que se acerca a nosotros. La poesía no debería estar ligada a estructuras y términos académicos, ha sido escrita para disfrutar de ella, no para entenderla, sino para dejar que ella nos haga entender.

(MIEMBRO DEL TALLER LITERARIO TRIPLE LLAMA DE MOCA)

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