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Porque para Paz, un torrente de palabras e ideas, una figura oceánica cuya prolífica obra, tanto en prosa como en verso, está más viva que nunca por su constante modernidad, su experimentación, su transcendencia, su idea del tiempo y del presente o su discurso sobre el diálogo y la tolerancia, todas las artes y experiencias estéticas van a dar a la poesía.
Y es que este creador nacido en Mixcoac (México) en 1914 y muerto en la capital azteca en 1998, que ganó premios como el Nobel de Literatura, el Cervantes, el Príncipe de Asturias, el Jerusalem o el
Internacional Menéndez Pelayo, entre otros muchos, es un gran clásico moderno que indagó en todos los caminos, que experimentó en las vanguardias y que descubrió las culturas india y oriental para muchas generaciones, sin perder el diálogo con la tradición.
Hijo de un abogado que trabajó para Emiliano Zapata y de Josefina Lozano, descendiente de españoles gaditanos, Paz comenzó a escribir desde muy temprano y en 1937, tras finalizar sus estudios de Derecho
en la Universidad Autónoma de México, viajó a España para apoyar la República y participó en Valencia en el II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas.
En él conoció a muchos poetas de la generación del 27 y de la revista "Hora de España". El viaje lo hizo con su primera mujer, la escritora y periodista mexicana Elena Garró, con la que tuvo su única hija, Elena, y de la que se divorció en 1959.
Después se uniría a Bonna Tibertelli y, en 1965, cuando ya era embajador de México en la India, se casaría con Marie-José Tramini, su compañera hasta el final de su vida.
A su vuelta a México fundó la revista "Taller", donde dio cuenta de una nueva sensibilidad literaria, y en 1943 se trasladó becado a Estados Unidos. En 1945 ingresó en el Cuerpo Diplomático de Estados Unidos y fue destinado a Francia, donde comenzó su relación con las vanguardias, con los surrealistas, con Bretón a la cabeza, y donde descubrió el amor y la libertad como alimentos para su poesía.
En París escribió "El laberinto de la soledad", uno de sus más simbólicos y reconocidos ensayos junto con "El arco y la lira" (donde teoriza sobre la poesía como forma de vida), en el que habla de la identidad mexicana.
Fue embajador en París, Tokio y Nueva Delhi, destino en el que se encontraba en 1968 cuando en su país se produjo la matanza de Tlatelolco contra el movimiento estudiantil, por orden del presidente Gustavo Díaz Ordaz. Paz dimitió de su cargo por solidaridad con las víctimas y desde ese momento se dedicó de lleno a su obra.
Fundo dos revistas fundamentales: "Plural" (1971-1976) y "Vuelta" (1976-1998) con la idea de renovar el panorama cultural mexicano, de hacerlo más abierto y dar cabida a la poesía, la crítica literaria, la filosofía y el ensayo.
Transgresor, cosmopolita, enciclopédico, hondo, los temas de Paz abarcan todo. El pasado prehispánico de México, el lenguaje, la soledad, el tiempo, el erotismo, el amor y la poesía como vehículos para la transcendencia del hombre, ocupan su pensamiento y su cosmovisión.
Pero la India, donde pasó seis años, marcó un antes y un después en la vida y obra del intelectual mexicano, que hizo también incursiones por Ceilán, Afganistán o Pakistán y escribió tres libros de poesía, narración y ensayo: "Ladera este", "El mono gramático" y "Vislumbres de la India".
"En esos poemas procuré expresar -escribe Paz- las impresiones, observaciones, emociones y sentimientos de un poeta de lengua española ante un mundo o, más bien, mundos desconocidos...Mundos de afuera y también de adentro: mi vida misma, con mis pasiones, obsesiones, titubeos y sentimientos".
"Viajes en el espacio exterior y en el interior -continúa-, realidades que vemos alternativamente con los ojos abiertos y con los ojos cerrados, paisajes nunca vistos y paisajes siempre vistos: la extrañeza de la India se fundió con mi propia extrañeza, es decir, con mi vida".
La figura de Octavio Paz es la de un poeta e intelectual mundial, el historiador Enrique Krauze le define como "hombre de su siglo".
Sus Obras Completas están editadas en Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores. Su poesía se recoge en "Obra poética" (1935-1998).
Y de su labor en prosa destacan, además de "El laberinto y la soledad" y "El arco y la lira", "Las peras del olmo", "Puertas al campo", "Claude Lévi-Strauss", "Corriente alterna", "Conjunciones y disyunciones", "El ogro filantrópico", "Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe", "Hombres en su siglo" o "La llama doble".-
MIEMBRO DEL TALLER LITERARIO TRIPLE LLAMA
EN LOS PRÓXIMOS DÍAS SE PONDRÁ A CIRCULAR
DIRECTOR DEL TALLER TRIPLE LLAMA DE MOCA
POETAS Y NARRADORES
POETAS Y NARRADORES DEL TALLER
Los miembros leen, escuchan y comentan
Presencia de la Dra. Petrinila Jiménez: Integrante Honorífica
Presencia de la Dra. Petronila Jiménez: integrante honorífica
Foto portal para la Revista Literaria TRIPLE LLAMA
Portal de la Biblioteca Gabriel Morillo, Moca
Actividad literaria Pabellón de Autores Dominicanos
COMENTARIOS Y LECTURAS LITERARIAS
TRIPLELLAMISTAS
Los relojes blandos, Salvador Dalí, Español
Director del Taller Literario Triple Llama
Carmith Herrera
Municipio de Moca, provincia Espaillat, República Dominicana. Lecturas y comentarios de textos literarios, de autores nacionales y extranjeros. Y Cultura General. Y Educación en Valores.
miércoles, 26 de marzo de 2014
martes, 25 de marzo de 2014
SENTIDA PESADUMBRE POR LA MUERTE DE ADOLFO SUÁREZ.
El Taller Literario Triple Llama de la República Dominicana, todos sus miembros, jóvenes lectores y escritores, por este medio nos solidarizamos con el pueblo español por la pérdida de un ciudadano suyo ejemplar, el Expresidente Adolfo Suárez, quien desde joven supo luchar por la Democracia española como pocos en la historia de la humanidad. Desde la caída de la dictadura de Franco, desde el mismo momento de abrirse una brech...
a para el respiro de libertades, en todo ese fragor cívico que trajo como consecuencia el advenimiento de luchas por la libertad y democracia españolas, el fenecido político de la patria de Cervantes, participó en la vida política con el denuedo, la entrega y el decoro que hacen a los hombres meritorios por hacer posible el reino de la justicia y la paz social; y él fue uno, si no el principal, el constructor de ese clima de emancipaciones. Suárez en toda su trayectoria como político demostró valores morales y desapego material en su accionar como hombre público: siempre puso su patria por encima de sus intereses personales, y eso lo demostró cuando dimitió como Presidente para impedir mayores consecuencias a su nación. Aquí en Latinoamérica, especialmente en República Dominicana, los hombres y mujeres que valoramos la sensibilidad social verdadera como un camino de actuación responsable y humana, sentimos la partida de Suárez; pero por otro lado, hombre como el Expresidente español mencionado, no mueren, siempre están presentes en la humanidad, porque su civismo y ética política, su pensamiento democrático, su lucha por la restauración republicana de su patria, lo hacen merecedor de la inmortalidad y el aprecio eterno de todos los ciudadanos del mundo de sensibilidad social y ansia de verdadera democracia. Hágale saber, amigo Enrique Gismero, al pueblo español, nuestra pesadumbre y solidaridad de nuestra parte.
PEDRO OVALLES
DIRECTOR DEL TALLER LITERARIO TRIPLE LLAMA DE LA REPUBLICA DOMINICANA.
PEDRO OVALLES
DIRECTOR DEL TALLER LITERARIO TRIPLE LLAMA DE LA REPUBLICA DOMINICANA.
El cubano Pérez Olivares gana el Premio Hermanos Machado de Poesía
El jurado eligió el poemario ganador, titulado "A la mano zurda".
SEVILLA, ESPAÑA. El poeta cubano José Pérez Olivares, afincado en Sevilla desde 2003, ganó la cuarta edición del Premio Hermanos Machado de Poesía, dotado con 4.000 euros (5.516 dólares) e instituido por el Ayuntamiento de Sevilla (sur) y la Fundación José Manuel Lara, que publica las obras ganadoras.
El jurado eligió el poemario ganador, titulado "A la mano zurda", de los once que habían sido seleccionados de las 270 obras presentadas.
El premio, según el jurado, fue para Pérez Olivares por "la vigorosa personalidad" de su libro, que contiene "poemas bien perfilados y nada previsibles, como las gavillas de un libro científico que describiera las artes y las pusiera en relación a través de la poesía, que a todas las comprende".
El libro premiado propone, según el jurado, "un recorrido por una honda inquietud metafísica, que interroga la condición humana y la naturaleza del arte".
Pérez Olivares dijo a Efe que el poemario premiado es "continuación de su obra, pero de la escrita en España" y que sus poemas son ahora "más memoriosos" mientras que los escritos en Cuba "eran más en carne viva".
"Yo ya no soy un poeta cubano, soy un poeta español; no renuncio a ser cubano, pero al adquirir la nacionalidad española tengo otras responsabilidades; sigo queriendo a Cuba, pero tengo una amante que se llama España y le debo la misma devoción", añadió.
Poeta y pintor, Pérez Olivares nació en Santiago de Cuba en 1949 y es licenciado por el Instituto Superior de Arte de La Habana en la carrera de Artes Plásticas.
Desde muy joven ha compaginado la creación poética con la pictórica, ejerciendo también como profesor de artes plásticas en distintas academias cubanas y colombianas.
En su obra poética destacan títulos como "A imagen y semejanza", "Caja de Pandora", "Examen del guerrero", "Cristo entrando en Bruselas", "Háblame de las ciudades perdidas", "El rostro y la máscara", "Últimos instantes de la víctima".
Pérez Olivares ha obtenido, entre otros, los premios de poesía Jaime Gil de Biedma (1991); Rafael Alberti (1993); Renacimiento (1998), y el cubano Premio de la Crítica (2000).
El jurado eligió el poemario ganador, titulado "A la mano zurda", de los once que habían sido seleccionados de las 270 obras presentadas.
El premio, según el jurado, fue para Pérez Olivares por "la vigorosa personalidad" de su libro, que contiene "poemas bien perfilados y nada previsibles, como las gavillas de un libro científico que describiera las artes y las pusiera en relación a través de la poesía, que a todas las comprende".
El libro premiado propone, según el jurado, "un recorrido por una honda inquietud metafísica, que interroga la condición humana y la naturaleza del arte".
Pérez Olivares dijo a Efe que el poemario premiado es "continuación de su obra, pero de la escrita en España" y que sus poemas son ahora "más memoriosos" mientras que los escritos en Cuba "eran más en carne viva".
"Yo ya no soy un poeta cubano, soy un poeta español; no renuncio a ser cubano, pero al adquirir la nacionalidad española tengo otras responsabilidades; sigo queriendo a Cuba, pero tengo una amante que se llama España y le debo la misma devoción", añadió.
Poeta y pintor, Pérez Olivares nació en Santiago de Cuba en 1949 y es licenciado por el Instituto Superior de Arte de La Habana en la carrera de Artes Plásticas.
Desde muy joven ha compaginado la creación poética con la pictórica, ejerciendo también como profesor de artes plásticas en distintas academias cubanas y colombianas.
En su obra poética destacan títulos como "A imagen y semejanza", "Caja de Pandora", "Examen del guerrero", "Cristo entrando en Bruselas", "Háblame de las ciudades perdidas", "El rostro y la máscara", "Últimos instantes de la víctima".
Pérez Olivares ha obtenido, entre otros, los premios de poesía Jaime Gil de Biedma (1991); Rafael Alberti (1993); Renacimiento (1998), y el cubano Premio de la Crítica (2000).
Proponen debate sobre la obra de Octavio Paz más que "veneración acrítica"
El 31 de marzo se celebra el centenario del nacimiento del escritor mexicano.
México. Al cumplirse 100 años de su nacimiento, el tiempo ha dado la razón al escritor mexicano Octavio Paz (1914-1998) en muchas de sus posiciones, estimó el director del Fondo de Cultura Económica (FCE), José Carreño Carlón, quien no obstante propugnó un debate sobre su obra más que una "veneración acrítica".
Con motivo de la efeméride, que se celebra el 31 de marzo, el propósito del FCE es "que tengamos más lectores de Octavio Paz y no sólo coleccionistas de sus obras para la estantería", dijo Carreño en una entrevista con Efe.
El Fondo de Cultura Económica, a cargo del Gobierno mexicano, es la editorial más grande en América Latina y para la ocasión ha preparado varias ediciones especiales conmemorativas de Octavio Paz, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1990.
La publicación más importante del FCE es una reedición de las obras completas del mexicano, pero en lugar de constar de 14 tomos como la edición anterior, serán 8 en un formato más manejable.
"A lo mejor no hay muchos lectores que en lo individual quieran tener estas obras, pero tenemos una lista larga de compradores, de bibliotecas e instituciones de todo el mundo, a donde un lector interesado que no tenga las posibilidades de comprarlas pueda acceder a ellas", señaló Carreño.
Destacan también una introducción a su obra hecha por el escritor Alberto Ruy Sánchez, un antología compilada por el editor Ricardo Cayuela y una "autobiografía falsa" en la que el poeta Julio Hubard utilizó textos escritos por Paz para dar cuenta de su vida.
"Estos libros son llaves que facilitan el acceso; con ellos el lector está al tanto de lo más indispensable sobre el trabajo y vida de Paz. El chiste es que también sean buenos ganchos para alentar a los lectores a profundizar en su obra", añadió el director del FCE.
Sobre la importancia cultural del autor de "El laberinto de la soledad", Carreño dijo que Paz era un autor universal pero con raíces muy mexicanas y un conocimiento profundo de la historia y la cultura de su país.
"En términos de producción literaria, Octavio Paz es nuestro escritor más importante del siglo XX. Es un pilar y un referente de la literatura mexicana", sostuvo.
Aunque asegura que lo leyó desde muy joven, el director del Fondo también tuvo oportunidad de convivir con Paz en algunas ocasiones. Cuando Carreño era director del periódico El Nacional, el poeta acudió a reclamarle la publicación de un texto sin su autorización.
"Eso sirvió para hacer después algunos intercambios. La última vez que lo traté fue en Oxford en 1996; lo abordé en una exposición y conversamos sobre México. Él ya estaba enfermo y tenía una perspectiva mucho más sosegada y madura que en los momentos de cierta crispación en que lo traté antes", refirió.
Sobre las ideas del Nobel, Carreño dijo que el tiempo ha dado la razón a Paz, pese a que en su momento su postura liberal y de denuncia a los regímenes comunistas o socialistas fue criticada ampliamente por la izquierda mexicana y latinoamericana.
"Lo digo autocríticamente: yo me resistía a dar por buenas algunas posiciones de Paz relacionadas con la izquierda latinoamericana. Obviamente participamos todos de la decepción que él advirtió. En los países en los que queda un socialismo real, el tiempo también está terminando de darle la razón", opinó.
Sobre las obras del escritor mexicano que más le significaron, Carreño mencionó los libros "El arco y la lira", "Salamandra" y "Solo a dos voces", así como el poema "Piedra de sol",
También dijo que de joven le gustaba especialmente el ensayo "El laberinto de la soledad", aunque ahora ya no concuerda del todo con las ideas expresadas en la obra, en la que el autor explora la idiosincrasia mexicana a partir de eventos históricos.
Resaltó que a Paz "habría que discutirlo más y quedarnos menos en la veneración acrítica".
Al respecto, comentó que las ediciones que ha preparado el FCE van orientadas a que la obra de Paz no sólo sea leída, sino a que sus ideas sean discutidas y, de ser necesario, actualizadas.
"Si realmente queremos hacerle un homenaje a Paz, hay que seguir su actitud de ser muy crítico ante todo. Creo que esa es su gran enseñanza y aportación para la formación, no sólo de lectores críticos, sino también de ciudadanos activos y movilizados en sus conciencias", puntualizó.
Con motivo de la efeméride, que se celebra el 31 de marzo, el propósito del FCE es "que tengamos más lectores de Octavio Paz y no sólo coleccionistas de sus obras para la estantería", dijo Carreño en una entrevista con Efe.
El Fondo de Cultura Económica, a cargo del Gobierno mexicano, es la editorial más grande en América Latina y para la ocasión ha preparado varias ediciones especiales conmemorativas de Octavio Paz, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1990.
La publicación más importante del FCE es una reedición de las obras completas del mexicano, pero en lugar de constar de 14 tomos como la edición anterior, serán 8 en un formato más manejable.
"A lo mejor no hay muchos lectores que en lo individual quieran tener estas obras, pero tenemos una lista larga de compradores, de bibliotecas e instituciones de todo el mundo, a donde un lector interesado que no tenga las posibilidades de comprarlas pueda acceder a ellas", señaló Carreño.
Destacan también una introducción a su obra hecha por el escritor Alberto Ruy Sánchez, un antología compilada por el editor Ricardo Cayuela y una "autobiografía falsa" en la que el poeta Julio Hubard utilizó textos escritos por Paz para dar cuenta de su vida.
"Estos libros son llaves que facilitan el acceso; con ellos el lector está al tanto de lo más indispensable sobre el trabajo y vida de Paz. El chiste es que también sean buenos ganchos para alentar a los lectores a profundizar en su obra", añadió el director del FCE.
Sobre la importancia cultural del autor de "El laberinto de la soledad", Carreño dijo que Paz era un autor universal pero con raíces muy mexicanas y un conocimiento profundo de la historia y la cultura de su país.
"En términos de producción literaria, Octavio Paz es nuestro escritor más importante del siglo XX. Es un pilar y un referente de la literatura mexicana", sostuvo.
Aunque asegura que lo leyó desde muy joven, el director del Fondo también tuvo oportunidad de convivir con Paz en algunas ocasiones. Cuando Carreño era director del periódico El Nacional, el poeta acudió a reclamarle la publicación de un texto sin su autorización.
"Eso sirvió para hacer después algunos intercambios. La última vez que lo traté fue en Oxford en 1996; lo abordé en una exposición y conversamos sobre México. Él ya estaba enfermo y tenía una perspectiva mucho más sosegada y madura que en los momentos de cierta crispación en que lo traté antes", refirió.
Sobre las ideas del Nobel, Carreño dijo que el tiempo ha dado la razón a Paz, pese a que en su momento su postura liberal y de denuncia a los regímenes comunistas o socialistas fue criticada ampliamente por la izquierda mexicana y latinoamericana.
"Lo digo autocríticamente: yo me resistía a dar por buenas algunas posiciones de Paz relacionadas con la izquierda latinoamericana. Obviamente participamos todos de la decepción que él advirtió. En los países en los que queda un socialismo real, el tiempo también está terminando de darle la razón", opinó.
Sobre las obras del escritor mexicano que más le significaron, Carreño mencionó los libros "El arco y la lira", "Salamandra" y "Solo a dos voces", así como el poema "Piedra de sol",
También dijo que de joven le gustaba especialmente el ensayo "El laberinto de la soledad", aunque ahora ya no concuerda del todo con las ideas expresadas en la obra, en la que el autor explora la idiosincrasia mexicana a partir de eventos históricos.
Resaltó que a Paz "habría que discutirlo más y quedarnos menos en la veneración acrítica".
Al respecto, comentó que las ediciones que ha preparado el FCE van orientadas a que la obra de Paz no sólo sea leída, sino a que sus ideas sean discutidas y, de ser necesario, actualizadas.
"Si realmente queremos hacerle un homenaje a Paz, hay que seguir su actitud de ser muy crítico ante todo. Creo que esa es su gran enseñanza y aportación para la formación, no sólo de lectores críticos, sino también de ciudadanos activos y movilizados en sus conciencias", puntualizó.
La historia y el tiempo han dado la razón al "combativo" Paz, dice su viuda
"Nunca hizo nada para tener fama, ni esa publicidad; no tenía agente literario"
MÉXICO. La historia y el tiempo han dado la razón al poeta mexicano Octavio Paz (1914-1998), un "hombre muy combativo" que siempre defendió sus convicciones y cuyo mayor premio fue vivir y escribir, dijo a Efe su viuda, la francesa Marie José Tramini.
La segunda esposa del único Nobel de Literatura mexicano (1990) no quiere dar entrevistas, dice que prefiere ser "una espectadora" del "gran homenaje" que México ha preparado para Paz con motivo del centenario de su nacimiento, que se cumplirá el 31 de marzo.
Pero al final no resiste la tentación de hablar de su historia de amor y de los "momentos privilegiados" que compartió durante "casi cuatro décadas" con este "hombre excepcional".
Cuenta que llena sus horas con recuerdos del también ensayista y diplomático y con toda la tarea que le queda por hacer sobre su obra "tan vasta", y confiesa que trabaja en ello sin parar, inmersa en "una especie de redescubrimiento".
Entre los más de 40 libros que escribió, destacan títulos como "El laberinto de la soledad" (1950), "El arco y la lira (1956) "Libertad bajo palabra" (1960), "Salamandra" (1962), "Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe" (1982) y "La llama doble" (1993).
Sobre el "gran homenaje" que el Gobierno mexicano ha preparado para Paz, con la publicación de ediciones especiales, conciertos, coloquios y exposiciones, Marie Jo, como le decía el poeta, asegura que es muy merecido y que le conmueve.
"Me ha emocionado mucho de verdad, estoy muy agradecida, me siento muy privilegiada de poder asistir a eso", señala Tramini, quien la semana pasada asistió a un homenaje a Paz en la Cámara de Diputados que marcó el inicio de las actividades conmemorativas.
Allí exhortó a los diputados a seguir el ejemplo del escritor y hacer que el debate en la política sea "un concierto de voces e ideas y no una Babel de monólogos simultáneos".
Recordó que su esposo siempre apostó por la pluralidad y el contrapunto, lo que "le costó que los poderes lo miraran con recelo, que no supieran qué hacer con sus disensos y su defensa de la libertad".
"Hoy se le honra en la Cámara de Diputados y el círculo se cierra. Su voz puede sonar aquí y allá como la del individuo libre y valiente que siempre fue", apuntó en el recinto legislativo la viuda, quien recibió una medalla en honor al poeta.
Sin embargo, en la entrevista asegura que Paz "no buscaba medallas ni premios", y que "nunca hizo nada para tener fama, ni esa publicidad; no tenía agente literario".
"Era un hombre sencillo, un hombre modesto (que) no quería nada de estos homenajes" y su premio era "escribir y vivir", dice Marie José, quien conoció a Paz en 1964 en la India cuando él era embajador de México en ese país.
También "era una persona muy vital" que emprendió muchos combates desde joven y protagonizó polémicas, pero "siempre pensó que con la inteligencia, la lógica, podría convencer a sus agresores", señala.
"No era un escritor aislado en una torre de marfil. Era muy combativo, sobre todo cuando pensaba que tenía la razón y lo demostraba", asegura.
Paz "decía lo que uno no quiere oír" y siempre defendió sus convicciones, dice Tramini. "Lo bueno -añade- es que la historia y el tiempo le han dado razón".
Uno de los momentos clave de su vida fue cuando renunció a su puesto como embajador en la India en protesta por la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en la capital mexicana.
La renuncia fue duramente criticada por su exesposa, la escritora mexicana Elena Garro, y la hija de ambos, Laura Helena Paz.
"Además de su talento como escritor", Paz era un "hombre de gran calidad humana" y "amoroso", nada ambicioso, ni oportunista, recuerda Tramini, y asegura que fue "mejor marido que escritor".
Así describió a Paz en una de las pocas entrevistas que concedió cuando cumplió 80 años, comenta, y agrega: "Lo que más me gusta es haberlo hecho feliz".
Marie Jo sostiene que la mayor sorpresa de su vida fue cuando se reencontró en París "por azar" con Paz, después de que se había marchado de la India sin avisarle.
Allí, dijo, "empezó nuestra gran historia" y "aquí estoy después de tantos años de felicidad y de compartir momentos privilegiados".
La segunda esposa del único Nobel de Literatura mexicano (1990) no quiere dar entrevistas, dice que prefiere ser "una espectadora" del "gran homenaje" que México ha preparado para Paz con motivo del centenario de su nacimiento, que se cumplirá el 31 de marzo.
Pero al final no resiste la tentación de hablar de su historia de amor y de los "momentos privilegiados" que compartió durante "casi cuatro décadas" con este "hombre excepcional".
Cuenta que llena sus horas con recuerdos del también ensayista y diplomático y con toda la tarea que le queda por hacer sobre su obra "tan vasta", y confiesa que trabaja en ello sin parar, inmersa en "una especie de redescubrimiento".
Entre los más de 40 libros que escribió, destacan títulos como "El laberinto de la soledad" (1950), "El arco y la lira (1956) "Libertad bajo palabra" (1960), "Salamandra" (1962), "Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe" (1982) y "La llama doble" (1993).
Sobre el "gran homenaje" que el Gobierno mexicano ha preparado para Paz, con la publicación de ediciones especiales, conciertos, coloquios y exposiciones, Marie Jo, como le decía el poeta, asegura que es muy merecido y que le conmueve.
"Me ha emocionado mucho de verdad, estoy muy agradecida, me siento muy privilegiada de poder asistir a eso", señala Tramini, quien la semana pasada asistió a un homenaje a Paz en la Cámara de Diputados que marcó el inicio de las actividades conmemorativas.
Allí exhortó a los diputados a seguir el ejemplo del escritor y hacer que el debate en la política sea "un concierto de voces e ideas y no una Babel de monólogos simultáneos".
Recordó que su esposo siempre apostó por la pluralidad y el contrapunto, lo que "le costó que los poderes lo miraran con recelo, que no supieran qué hacer con sus disensos y su defensa de la libertad".
"Hoy se le honra en la Cámara de Diputados y el círculo se cierra. Su voz puede sonar aquí y allá como la del individuo libre y valiente que siempre fue", apuntó en el recinto legislativo la viuda, quien recibió una medalla en honor al poeta.
Sin embargo, en la entrevista asegura que Paz "no buscaba medallas ni premios", y que "nunca hizo nada para tener fama, ni esa publicidad; no tenía agente literario".
"Era un hombre sencillo, un hombre modesto (que) no quería nada de estos homenajes" y su premio era "escribir y vivir", dice Marie José, quien conoció a Paz en 1964 en la India cuando él era embajador de México en ese país.
También "era una persona muy vital" que emprendió muchos combates desde joven y protagonizó polémicas, pero "siempre pensó que con la inteligencia, la lógica, podría convencer a sus agresores", señala.
"No era un escritor aislado en una torre de marfil. Era muy combativo, sobre todo cuando pensaba que tenía la razón y lo demostraba", asegura.
Paz "decía lo que uno no quiere oír" y siempre defendió sus convicciones, dice Tramini. "Lo bueno -añade- es que la historia y el tiempo le han dado razón".
Uno de los momentos clave de su vida fue cuando renunció a su puesto como embajador en la India en protesta por la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en la capital mexicana.
La renuncia fue duramente criticada por su exesposa, la escritora mexicana Elena Garro, y la hija de ambos, Laura Helena Paz.
"Además de su talento como escritor", Paz era un "hombre de gran calidad humana" y "amoroso", nada ambicioso, ni oportunista, recuerda Tramini, y asegura que fue "mejor marido que escritor".
Así describió a Paz en una de las pocas entrevistas que concedió cuando cumplió 80 años, comenta, y agrega: "Lo que más me gusta es haberlo hecho feliz".
Marie Jo sostiene que la mayor sorpresa de su vida fue cuando se reencontró en París "por azar" con Paz, después de que se había marchado de la India sin avisarle.
Allí, dijo, "empezó nuestra gran historia" y "aquí estoy después de tantos años de felicidad y de compartir momentos privilegiados".
Octavio Paz, cien años de poemas, un siglo de ideas.
El historiador Enrique Krauze le define como "hombre de su siglo"
MADRID.- "Para mí la poesía y el pensamiento son un sistema de vasos comunicantes. La fuente de ambos es mi vida: escribo sobre lo que he vivido y vivo", decía Octavio Paz en el prólogo de "La llama doble", una idea que resume a este intelectual total del siglo XX que el próximo día 31 hubiera cumplido cien años.
Porque para Paz, un torrente de palabras e ideas, una figura oceánica cuya prolífica obra, tanto en prosa como en verso, está más viva que nunca por su constante modernidad, su experimentación, su transcendencia, su idea del tiempo y del presente o su discurso sobre el diálogo y la tolerancia, todas las artes y experiencias estéticas van a dar a la poesía.
Y es que este creador nacido en Mixcoac (México) en 1914 y muerto en la capital azteca en 1998, que ganó premios como el Nobel de Literatura, el Cervantes, el Príncipe de Asturias, el Jerusalem o el
Internacional Menéndez Pelayo, entre otros muchos, es un gran clásico moderno que indagó en todos los caminos, que experimentó en las vanguardias y que descubrió las culturas india y oriental para muchas generaciones, sin perder el diálogo con la tradición.
Hijo de un abogado que trabajó para Emiliano Zapata y de Josefina Lozano, descendiente de españoles gaditanos, Paz comenzó a escribir desde muy temprano y en 1937, tras finalizar sus estudios de Derecho
en la Universidad Autónoma de México, viajó a España para apoyar la República y participó en Valencia en el II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas.
En él conoció a muchos poetas de la generación del 27 y de la revista "Hora de España". El viaje lo hizo con su primera mujer, la escritora y periodista mexicana Elena Garró, con la que tuvo su única hija, Elena, y de la que se divorció en 1959.
Después se uniría a Bonna Tibertelli y, en 1965, cuando ya era embajador de México en la India, se casaría con Marie-José Tramini, su compañera hasta el final de su vida.
A su vuelta a México fundó la revista "Taller", donde dio cuenta de una nueva sensibilidad literaria, y en 1943 se trasladó becado a Estados Unidos. En 1945 ingresó en el Cuerpo Diplomático de Estados Unidos y fue destinado a Francia, donde comenzó su relación con las vanguardias, con los surrealistas, con Bretón a la cabeza, y donde descubrió el amor y la libertad como alimentos para su poesía.
En París escribió "El laberinto de la soledad", uno de sus más simbólicos y reconocidos ensayos junto con "El arco y la lira" (donde teoriza sobre la poesía como forma de vida), en el que habla de la identidad mexicana.
Fue embajador en París, Tokio y Nueva Delhi, destino en el que se encontraba en 1968 cuando en su país se produjo la matanza de Tlatelolco contra el movimiento estudiantil, por orden del presidente Gustavo Díaz Ordaz. Paz dimitió de su cargo por solidaridad con las víctimas y desde ese momento se dedicó de lleno a su obra.
Fundo dos revistas fundamentales: "Plural" (1971-1976) y "Vuelta" (1976-1998) con la idea de renovar el panorama cultural mexicano, de hacerlo más abierto y dar cabida a la poesía, la crítica literaria, la filosofía y el ensayo.
Transgresor, cosmopolita, enciclopédico, hondo, los temas de Paz abarcan todo. El pasado prehispánico de México, el lenguaje, la soledad, el tiempo, el erotismo, el amor y la poesía como vehículos para la transcendencia del hombre, ocupan su pensamiento y su cosmovisión.
Pero la India, donde pasó seis años, marcó un antes y un después en la vida y obra del intelectual mexicano, que hizo también incursiones por Ceilán, Afganistán o Pakistán y escribió tres libros de poesía, narración y ensayo: "Ladera este", "El mono gramático" y "Vislumbres de la India".
"En esos poemas procuré expresar -escribe Paz- las impresiones, observaciones, emociones y sentimientos de un poeta de lengua española ante un mundo o, más bien, mundos desconocidos...Mundos de afuera y también de adentro: mi vida misma, con mis pasiones, obsesiones, titubeos y sentimientos".
"Viajes en el espacio exterior y en el interior -continúa-, realidades que vemos alternativamente con los ojos abiertos y con los ojos cerrados, paisajes nunca vistos y paisajes siempre vistos: la extrañeza de la India se fundió con mi propia extrañeza, es decir, con mi vida".
La figura de Octavio Paz es la de un poeta e intelectual mundial, el historiador Enrique Krauze le define como "hombre de su siglo".
Sus Obras Completas están editadas en Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores. Su poesía se recoge en "Obra poética" (1935-1998).
Y de su labor en prosa destacan, además de "El laberinto y la soledad" y "El arco y la lira", "Las peras del olmo", "Puertas al campo", "Claude Lévi-Strauss", "Corriente alterna", "Conjunciones y disyunciones", "El ogro filantrópico", "Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe", "Hombres en su siglo" o "La llama doble".-
domingo, 23 de marzo de 2014
LIBROS DONADOS POR EL DR. BRUNO ROSARIO CANDELIER.
EL DIRECTOR DEL TALLER LITERARIO TRIPLE LLAMA DE MOCA, PEDRO OVALLES,
HACE ENTREGA DE LOS LIBROS DONADOS POR EL PRESIDENTE DE LA ACADEMIA DOMINICANA
DE LA LENGUA ESPAÑOLA, DR. BRUNO ROSARIO CANDELIER.
VÍCTOR PEÑA

MIEMBRO DEL TALLER LITERARIO TRIPLE LLAMA
PORTADA DEL DÉCIMO POEMARIO DE PEDRO OVALLES

EN LOS PRÓXIMOS DÍAS SE PONDRÁ A CIRCULAR
PEDRO OVALLES

DIRECTOR DEL TALLER TRIPLE LLAMA DE MOCA
MIEMBROS DEL TALLER TRIPLE LLAMA DE MOCA

POETAS Y NARRADORES
MIEMBROS DEL TALLER LITERARIO TRIPLE LLAMA DE MOCA

POETAS Y NARRADORES DEL TALLER
Taller Triple Llama: Lecturas y comentarios de producciones poéticas

Los miembros leen, escuchan y comentan
Reunión del Taller Literario Triple Llama de moca

Presencia de la Dra. Petrinila Jiménez: Integrante Honorífica
Reunión del Taller sábado 24/07/10

Presencia de la Dra. Petronila Jiménez: integrante honorífica
Miembros de Triple Llama : imágenes de los inicios

Foto portal para la Revista Literaria TRIPLE LLAMA
Talleristas después de una actividad literaria

Portal de la Biblioteca Gabriel Morillo, Moca
Miembros del Taller en la Feria Internacional del Libro 2010

Actividad literaria Pabellón de Autores Dominicanos
TALLERISTAS EN ACTIVIDAD LITERARIA

COMENTARIOS Y LECTURAS LITERARIAS
TRIPLELLAMISTAS EN REUNION

TALLER LITERARIO TRIPLE LLAMA DE MOCA

TRIPLELLAMISTAS
PORTADA DEL LIBRO DE POEMAS DE LEONI DISLA

Los relojes blandos, Salvador Dalí, Español
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Pedro Ovalles

Director del Taller Literario Triple Llama
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Carmith Herrera
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Datos personales

- Pedro Ovalles
- Moca, Espaillat, Dominican Republic
- Educador y poeta mocano. Autor de nueve libros de poesía. Y otro de ensayos. Director del Liceo Nocturno del Distrito Municipal de Monte de la Jagua, Moca, provincia Espaillat, Rep. Dom. Sub-director del Colegio Porfirio Morales de Moca. Coordinador del Taller Literario Triple Llama de Moca.