lunes, 6 de julio de 2015

De ediciones irrespetuosas.

El escritor, poeta y crítico literario Rafael Rattia expone la inclusión de un texto suyo en la edición de la novela "Entre las breñas", de Argenis Rodríguez, sin haber sido consultado, ni haber pedido su permiso para el uso de su escrito.


Un amigo de la ULA me escribe y comenta que fue a la Feria del Libro hace pocos días en Mérida y vio en las mesas de exhibición y venta la novela "Entre las breñas" del gran novelista venezolano Argenis Rodríguez y, extrañado, me dice que se sorprende ver mi nombre firmando unas notas introductorias al librojunto con una especie de epígrafe firmado con el nombre del innombrable.

Los responsables de la edición de este libro, a saber, es la FUNDECEM (Fundación para el Desarrrollo Cultural del Estado Mérida) de cuyos miembros no tengo la menor idea pero sí considero ostentan una irresposable desfachatez e inmoralidad y falta de ética al incluir inconsultamente mi nombre en la edición de un libro sin previa consulta o anuencia mía.

Ciertamente, durante los últimos 20 años de mi vida me he ocupado de leer con indescriptible gusto y placer a no pocos poetas, cuentistas, novelistas y ensayistas venezolanos e hispanoamericanos por mi cuenta y riesgo, más para llenar las expectativas estéticas y literarias de mi vocación y mi pasión que por otras razones.

He leído con frenético ardor a no pocos escritores venezolanos del siglo XX y XXI, y mire que son legión. Pero ello no autoriza a nadie (ni siquiera a Pausides Reyes) a tomar mi nombre sin mi consentimiento para publicar en contra de mi voluntad mis textos de crítica literaria en libros de editoriales e imprentas oficiales. Por lo que quiero dejar constancia y testimonio de mi desagrado y reprobación de tamaña indignidad antiética.

No apruebo, bajo ningún concepto, que se utilice mi nombre para "legitimar" ediciones de libros oficiosos, oficialistas que pretenden, cuales aves carroñeras, extraer plusvalía ideológica y propagandística de comanditas burocráticas de funcionarios y gerentes de la "cultura" socialista y revolucionaria. Dicho lo anterior, dejo mis líneas lanzadas al aire para que mis lectores, que los tengo, pésele a quien le pese, y por quienes siento un devoto respeto, juzguen a los "autores" de tan abominable trapacería. He dicho!!

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