miércoles, 26 de mayo de 2010

EL TODO Y EL ESPEJO (Y OTROS POEMAS)

EL TODO Y EL ESPEJO
(Y OTROS POEMAS)
LIBRO INÉDITO DE BASILIO BELLIARD
Nació en Moca, República Dominicana, en 1966. Quizás el poeta más importante de las últimas generaciones en el panorama literario dominicano.
Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y Literatura Hispanomericana en New México State University, Estados Unidos.
Es profesor de las Escuelas de Artes y Letras en la UASD y formó parte del Taller Literario César Vallejo de esta misma casa de estudios.
También ha enseñado en la Universidad Católica Santo Domingo en la Escuela de Letras, donde también hizo estudios de postgrado.
En 2002 obtuvo el Premio Nacional de Poesía con su libro Sueño escrito.
Ha publicado los libros Diario del autófago (poesía, 1997), Vuelos de la memoria (poesía y ensayos, 1999), La espiral sonora. Antología del Poema en Prosa en Santo Domingo 1900-2000 (2002), Poética de la palabra. Ensayos de Teoría Literaria (2004). Acaba de editar el libro El buho y la Luna. Entrevistas a José Mármol (2005) y fue coeditor junto a Alexandra Meléndez de Puente de Palabras. Antología de Poetas Costarricenses y Dominicanos en ocasión de la IX Feria Internacional del Libro Costa Rica 2006, dedicada a la República Dominicana.

Sus textos aparecen en varias antologías y revistas del país y el exterior. Actualmente es Director General del Libro y la Lectura de la Secretaría de Estado de Cultura, donde además dirige la revista País Cultural.

ESPUMAS DE INVIERNO

Morada del cuerpo:
la sed busca el agua
desnuda en otro cuerpo.

Entre una taza de té y otra,
la memoria cae al olvido.

Celebración del tiempo
que traspasa el agua moribunda;
rueda espacial contra la tarde,
cae gelatinosa
entre espumas de invierno.


COLMENA

I
La colmena enjambra
el mediodía

II

El hacha clavada
en la segunda cruz de ceniza
aleja los temporales

III

Las abejas de piedra
se aniquilan con la lluvia:
despiertan con los rayos del sol
al conjuro de las campanas.











RÉQUIEM

Réquiem aeternam Dona ei Domine
-y tu voz queda detrás del puro en los labios
ahogada en el sueño
hundida en el humo
cuando la tuberculosis
despide su ungüento trasnochado.

Un puro duerme
El hastío despierta
La salud de muerte
vigila el cuerpo.

Avispados cementerios
acechan la carne.

Requiescat in pace
-Dixi.


LOS RÍOS Y LA MUERTE

Los ríos enceguecen
como la muerte.

Los ríos son ángeles:
alumbran los estuarios
como las sombras de los tigres.

Los ríos son pájaros:
besan los mares
y aceleran la sangre
que corre como el fuego.

Los ríos como la muerte
enceguecen.

Los ríos son espejos derretidos
que perfuman
la vida y la muerte
y cantan de noche.

Oro líquido
que eyacula en el mar.
ESCARABAJO

Feliz
el escarabajo
rueda la bola fecal
pleno de cargar
lo desechable

De reversa
culea el alimento
que lo arriesga a la muerte



SUEÑO ELÁSTICO

(Homenaje a Dalí)

Tiempo derretido
en sueño elástico
Una mujer-caballo
duerme
en un árbol desnudo

Memoria blanda
del reloj exacto
en un mar solar

Gelatinosa la hora

Hormigueante espacio

Amarillo sueño
pintado en la materia.












PEREGRINO

En el fondo de la fuente
se ahoga
de sed el manantial.

El peregrino
apaga su sed
no en el agua
sino en el hastío.

La corriente muda
encauza su fragancia
de aire ígneo
sobre la arena.

Agua abajo
el sediento sueña
otros arroyos perfumados
por la sed.

Sombras sobre ondas
brotan los espejos de agua
sus cristales secos.

El peregrino sediento
seca sus labios
en la sombra del agua
que se extingue en el arroyo.




GOTAS DE ARENA

Unas gotas de arena
irrigan semillas de agua
en medio del camino muerto.

Un mundo en duermevela
que se olvida de sí mismo.

En el borde de una rama
el recuerdo del futuro
en que un breve sol
marchita un yo soñado.

Unas palabras que caminan
en sílabas babélicas
sobre estas manos tan mías
que desaparecen
en las siluetas del verso.




VUELO

Hay un pájaro en la glotis
Un vuelo de alas
que horadan la voz de la caída.



BOCA DE LUNA

Piel de luna:
el mar de tus ojos.

Cuerpo de noche.

Boca de luna
que enciende las ansias.



CARGA DE SUEÑOS

Brava la barca
palpa uniforme las aguas
cansadas y dulces
sobre la arena que araña
con dulzura la ribera del agua
Recta se desliza
rechina en espesor
canta a cal y canto

La lluvia que rema pesarosa
despierta del hastío marítimo
su lenta carga de sueños
Huecos y húmedos
en mitad de la alborada.

CIUDAD Y CUERPO

La ciudad es un cuerpo
un eco de libélulas.

El cuerpo de la ciudad es un fuego
trasnochado por el vino.

Un diapasón es el silencio citadino
estrellado en los labios del agua
en los aires secretos de la negrura

Una ciudad no habla:
habla en la lengua de los pasos
que retumban en la negra música del aire.



ETERNIDAD

La eternidad
acaba de empezar.

¿Quién necesita nacer
para seguir viviendo?

La eternidad aún
no termina de nacer.

¿Quién necesita nacer
para seguir viviendo?

La eternidad
acaba de e-ter-ni-zar-se.












CARNAVAL

Disfrazada de identidad
la máscara mira su rostro.

En el ojo
la luz carnavalesca
apea su sombra.

Cadenciosa se ilumina:
baila y ríe.

A carcajada,
el mundo se ríe de su máscara.

La calle:
carnaval del tiempo.

El mar se viste de máscara
en primavera.





CANTAR DEL GALLO

El gallo se contornea:
cacarea viento y merenguea.

Al escupir su polvorete,
canta y madruga.

Los gallos saben la hora:
bostezan de madrugada,
y dicen palabras desafiantes
a sus enemigos.

Un gallo es el macho de la casa:
arrea los Ulises del vecindario.






SUEÑO DE SOMBRA

Una sombra de sueño
ilumina la piel
que despierta bajo tierra
sobre alas enamoradas
y música unísona.

Un sueño de sombra
vela las trémulas formas
de los recuerdos apacibles
que se aposentan
y al despuntar el crepúsculo
chirrían como relámpagos
en los párpados.


MÚSICA GRIS

los pasos al son del color
la cadera rima a paso aflautado
en mosaico
al compás del corazón
en matiz de miradas
que danzan con energía…

y sea que el silencio
delate la cadencia
de las pieles…

y todo lo demás
es música gris
que electriza el aliento…

y todo lo demás
es ritmo.










HOGUERA DE SALES

Los ríos son serpientes
que defecan en el mar,

oro blando
que abrasa como seda
y recta en hogueras de sales,

se funden como relámpagos de aire,

y orean las piedras
que resuenan entre
oraciones y truenos ígneos.


SOMBRA DE LA MEMORIA

Luna es la memoria
en tu sien.

De tanto olvido
los pájaros mecen
sus lenguas en tu boca.

Los ojos de tu corazón
encienden sus alas.

Sombra la memoria
que juega a ser horizonte.

De tanto olvido
el azar golpea la suerte
en un batir de plumas milenarias.

Escucha pues
la voz del verdugo.

Acerca tu sangre
al bosque y sus latidos
y mece las alas de tu corazón
cuando va dejando sus cenizas.

La memoria juega a los colores
y libera las mil alas
que se posan en tus venas.

Acerca pues
tus oídos en la mar
y escucha caer tus sueños
que pelean con la sal.



POLVO DE LOS MUERTOS

En las noches de alcanfor
los sepulcros aguardan
la sangre de los tuberculosos
bajo la gris sal
que sigue a los osarios
en el alba en que la tierra
se arrodilla
entre el polvo de los muertos.


PÁRPADOS DE MAR

Tus ojos
tienen la forma de tu corazón
y tus labios las líneas de la luna.

Estás sumergida
en mi sombra
como un cielo horizontal
como un arco iris
en tus párpados de mar.

El mundo se equilibra
en tus ojos
que giran al compás de las estrellas.











SOLEDAD

Sola
la soledad
vuela en la sombra.

El vuelo de la soledad
se aposenta en tu noche,
solitaria.




CAVILACIONES Y MUNDO

¿Cuántos dioses habitan
en un grano de arena?

¿Cuántos demonios
en un átomo de mar?

Si hablo de un sueño
ya un Dios lo destruyó.

Si hablo de un tiempo
es porque ya no es.

Si hablo de un mundo
es porque ya cuelga
en el pico de un colibrí.



CÍRCULO

Prisión la libertad,
luz la muerte.

Círculo el sueño,
círculo el amor.

Todo mata, nada salva.

A una nueva vida la sigue otra muerte.

La carne se abre a otros huesos.
Las cenizas corporizan en otros cuerpos.

Quien quiera ganar su vida se esclavizará.
Quien quiera soñar su muerte por otros la hallará

Despertar es descansar.



LABERINTO

Duerme el sueño.
El sueño duerme de la muerte.

El sueño se muere de la muerte.

Espiral la noche.
Laberinto el día.

El sueño despierta y pregunta por los ojos.
La piel duerme y pregunta por el cuerpo.

Espiral la noche.
Laberinto el día.

Nadie se despierta del insomnio.
Todos dormimos con el tedio.

Nadie sueña que sueña.
Todos soñamos que despertamos.

El sueño mata la muerte.

El suicidio sueña eternidad.

Espiral la noche.
Laberinto el día.

Nadie se atreve a despertar la muerte.







SON DEL CORAZÓN


Los ojos tiritan naufragio:
son dos círculos de tomate
que revientan en amarillo
tasados en vasos.

Espejos son
al son del corazón
sus lloros de río.

Las raíces de sangre
aguardan epitafios
cuando la tierra
resucita sus huecas cenizas.

Los ojos se contornean:
se miran el uno al otro.
Se ahoga el iris en la córnea.

La esclerótica cruza el párpado:
atraviesa miope la ceguera.
Se revienta en astigmatismo
su invidente rayo de hielo.

Canta el ojo su fuego.
Vaciada en guiño la mirada,
pinta con trampa de luz
las comisuras y las cuencas
cadavéricas de sus vicios.















POÉTICA

El sueño cincela
un verso de piedra:
esculpe la memoria
en materia ciega.

Luminaria la rima
abandona la blancura,
libre de visión.

El ritmo pule la ceguera;
en azar medida,
compone tachadura:
borra la negra línea
que calcula
un tirar de dedos.



SOÑAR

Los sueños caminan en el sueño
duermen cuando están durmiendo
los sueños sueñan que sueñan
las manos de los sueños sueñan
sueñan que están durmiendo
los sueños sueñan que están despiertos.


LÍNEAS DEL AZAR

Dibujo el horizonte
en las palmas de mis manos
y la línea del destino
en la sombra de un muro.

Las líneas del azar
se ocultan en la sombra del mar.

El moriviví se duerme
y despierta el horizonte
al tercer canto del cernícalo.

El destino lanza sus dados
al moriviví que bosteza
al compás del arado,
y despierta
al son del tamarindo.



DÍAS DE EUCALIPTOS

La noche vuela
como un murciélago
en los días de eucalipto.

Las noches vuelan
y son murciélagos,
constelaciones de sueños
abiertos en colmenas.

Pájaros somos
…y en el mar andamos.


NIEVE

La nieve cae
en mitad del corazón.

La nieve alumbra la noche
y cae
en el centro de mis oídos
en la negra tarde del alma.

La nieve cae
y no se levanta
hasta perder su cabeza leve.


ÁTOMOS DEL CORAZÓN

Las llamas del mar
ondulan y son alas
que arden dulcemente.

El fuego de sus aguas
llamea como plumajes
que encienden los lechos
de los náufragos.

El frío de las olas
quema la respiración
y fatiga la almohada.

El hielo del amor
quema como hoguera
la sangre del Ave Fénix
cuando despierta del mar.

Fuego leve
que humedece los átomos del corazón:
eterniza
en las cárceles de los cuerpos.


ENTRO Y SALGO

Entro en tu piel
salgo en tu nombre.

El río de tu boca
sabe a hielo.

La flor de tu aliento
dispara sales.

Entro a tu sueño
como búho diurno.

Salgo a tu arribo
como un navío mudo.

Encontrada y perdida.
Muerta y viva.

Ando en tu aroma
naufrago en tus manos.

Entro y salgo
mareado
en cada poro de tus huesos.






CORAZÓN DEL RELOJ

El tiempo es un viento de fuego
que se hace bronce en el mar.

El mar pasa como la nada
y se silencia en la hoguera.

La eternidad relampaguea
en sílabas de viento
-en hilos de aire-
gira como trompo
en un índice de cielo y
naufraga en el corazón del reloj.



VENTANA

Ninguna ventana da al viento sino al sueño.
Las ventanas abren sus espejos
a los grises truenos de las colmenas.
Toda ventana es una herida en el vértice del sueño.
Las ventanas son el purgatorio de los cuerpos
y el océano del insomnio.


PASO DE HORMIGAS

La noche
trae una muerte
que camina a paso de hormiga.

Cada día
un sueño pulveriza
la claridad.

Cada noche
un rayo hace trizas
el sueño del maniquí.

El día y la noche
son relámpagos de sombras,
guiños de tortugas agoreras
que pasan y traen siempre la misma muerte.

La noche cae de rodillas:
vela sombría que dice adiós
en la víspera del combate con la vida.

Un vuelo de buitres
anuncia el final de la partida.


LABRADOR

El labrador
entre dos soles
desnuda la tierra
y la fecunda de galaxias.

Un cielo mudo lo surca.
Entre un océano de helechos,
con una espada
dibuja la tiniebla
que lo conduce al bosque.


SEMBRADORES

Los días son semillas de palabras.
Las noches son voces de salivas de sembradores.
Los días y las tierras:
cara y cruz de la luna.




POÉTICA DE LA LLUVIA

I

Siempre cuando veía que iba a llover huía hasta mi lecho a oír la lluvia caer, aunque me decían que era pecado decirlo. Cuando apenas si empezaban los primeros goterones, tomaba su ruido como eco para alimentar mi poesía, y la sensación de frío para enhebrar palabras, que poblaba de sueños. Mis oídos eran entonces caracoles en las tardes de avellanas y mis manos, tenazas. Mis ojos estaban casi rotos, apretados por unos párpados de azogue que actuaban como muros de hielo. En ese estado de sombra, los puños en los ojos eran como binoculares que auscultaban los relámpagos y los truenos. Cerraba los ojos para leer lo cantado, las aguas de los manantiales celestes que se posaban como
espejos. De cada tempestad de lluvia manaban versos y bullían constelaciones de tropos, que se encendían con la calma y apagaban con el viento en duermevela.


II


Ahora que ya no llueve, leo los versos que están dados en los hombres y en los libros, en el viento y las cavernas. Ahora que ya no hay techo sino cielo; aire y no sueño; experiencia y no inocencia.









CANAL DE LA MONA

El Canal de la Mona
deja su olor a huesos
vomitados por escualos.

Miles de cuerpos
amamantados por la luna
que cubre sudores y sangre
azotando esperanzas y pesadumbres.

Cada noche
las serpientes cantan
y su eco revolotea
en los almácigos y los robles.

De sed
las bocas de los náufragos
con hambre de medusas
se soliviantan como helechos
sus gritos que se ahogan en la sal.

Y los escualos en reversa
se alejan de los cetáceos
y esperan la zozobra de los mástiles.

Desde Miches a la Sahona
los desheredados del oro
los buscadores de miel
se lanzan en estribor contra los tirsos
a cazar las madrugadas de luna menguante.

Los ojos de la sal
de los hijos del mar
son ojos de lobos
que volverán siempre siempre siempre
a tomar la proa
y rectar sus sueños
que se estrellan sobre el horizonte.

Detrás de la historia
una memoria que se escribe
entre Santurce y Mayagüez
Higuey y Nagua.


Mientras los traficantes de náufragos
aúllan como ratas
y su rosario de ansias
buscan otros cebos
para frenar el corazón
y lanzar al destino las menstruantes
que huelen a luna moribunda.

Los navegantes
asaltan los insomnios del miedo
y naufragan como pulgas
en el reino de la sal.

Otra vez y siempre…
el Canal de la Mona
deja su olor de huesos
vomitados por escualos.


















LUNA MEDIEVAL

Bien sé,
Diosa de octubre
en las noches que penden de los párpados,
luna medieval
que desnuda los cuerpos,
gira,
y es un ojo equinoccial
que da fuego a la locura,
inyecta a los árboles de agua,
en cardinal marea,
y siglos locos,
dormida en pleamar,
sola se duerme
en su cielo de plata,
y despierta en un bostezo redondo
en la hoguera de la tribu.


POESÍA

Duro es el taller de las palabras
cuando el ritmo cincela la lengua.

Dúctil el verso
cuando pinta de arena
las sílabas y los días.


PLEGARIA

Desnudo está tu dolor
desnudo tu goce,
y el alma reza a tu Demiurgo
con voz vestida de piel,
y entregada a su carne,
con un corazón mudo.

Toda palabra tuya
rescata un amor moribundo
que aguarda sus entrañas
cuando aún respira
el clamor de su pecho.
La suerte está pactada
como plegaria
que clama una victoria increada.

Desnudos están tus ojos
que ya esperan su morada,
la tierra.


POÉTICA DEL VACÍO

La hoja en blanco
tiene tu voz,
espera tu pensamiento
que la taladre y la vacíe
y la haga parir espumas

Tu vida
es esa hoja que has dilapidado
con tu negro silencio.


CANTO DE LAS TÓRTOLAS

Un sol
clavado en tu corazón
estalla
cuando escuchamos
el canto de las tórtolas
que se desliza
en tu bosque emponzoñado.















LUNA

La luna
es el sueño de los pájaros,
la voz de los insomnes,
el ojo de la noche infinita,
el corazón de un cielo mudo.

La luna está vacía
porque sus alas se cayeron al mar.

La luna,
huevo de unicornio que gira,
y es luz que flecha a los amantes.





MEDIOEVO

Las campanas del sol
miran nonas la prima luz.

El olor a tiempo del astrolabio.

La daga del peregrino dibuja
una chimenea
en la ceremonia del pan.


RAYO DE MAR

Un rayo de mar
cae al río
y ahoga sus aguas.

Un pensamiento se clava
en tus entrañas.

Con designio de gloria,
se alza en azar lance
al centro del ojo.




LAS COSAS

Todas las cosas son una sola cosa.
La rosa es una sola palabra, una cosa
que anhela ser casa;
casa habitada por lumbres de sueños.
Así, todas las palabras quieren ser
la cosa que nada sirve, en despertar,
mil alas deshechas por el aire,
naderías de las mil palabras que no dicen nada;
son versos que borran como arena,
las sombras de las aguas que rectan
vacías en las letras de los nombres,
en la blanca respiración de la hora,
cuando sus cuerpos caminan sobre pasos de hielo;
memoria de las cosas que desean olvido,
hasta que los sueños de las cosas
se entreguen a la blanca muerte de los ojos.
¿Qué es el sol si no lo soñamos?
La vida es el sueño de la cosa
que recordamos al despertar.


SOMBRA DE MAR

Asómate a la sombra del mar,
al son del río
que aflauta con sus ondulaciones,
tus desnudos pasos vacíos.

Arroja pues,
tus sandalias al sueño del agua
que va dejando sus manos entreabiertas
sobre piedras ahogadas
y sombras de olas.

Arroja tus sueños
para que maduren al son del corazón
y al sol que se sumerge
en la música del ruiseñor.

Las voces de las piedras
que iluminan el mundo,
no te pertenecen,
ni la memoria de la tierra
enraizada en otros cielos
que luchan con tu alma.

En este mar,
nada es tuyo,
ni siquiera el silencio
de los molinos de viento.




CARPE DIEM

Breve es el verso
en la incierta mañana
cuando los dados
asaltan el destino.

El vacío del azar
alumbra el azogue
de una memoria olvidada.

Los dados lanzan
un carpe diem
a los cuerpos madrugados
en la espesura del placer.


HIMNO A LA SOMBRA

La mañana
siempre vuelve a su sombra,
al día.

Su arribo a la noche
jamás será un himno
que reina en la luz.

Perenne
el sueño se derrama
en jornadas
y trae la llave
que abre
los reinos prohibidos del amor.





PÁRPADOS SILENTES

Insepulta
tu sombra camina entre boleros.

Errabundo titila tu espíritu
en movimiento.

Los heraldos alumbran tu corazón.

Tu memoria brilla
como éter
y lo elemental despliega su aliento
derramado en un cielo solar
que reposa en tus párpados silentes.





NOCHE DE MUJER

Unas sombras encendidas
silencian el oído de la noche.

Un claro bosque canta
en la abierta tierra mestiza.

Un viento maduro de soles
que reverbera en el oblicuo
silencio de la espuma.

Todo y nada de esto es la anoche:
noche de yodo, balsámica, alada,
noche constelada, caída y sin días.

Una noche:
es una mujer lunar,
un cuerpo de mujer que busca a un eclipse.




ESPACIO Y TIEMPO

El tiempo se desangra
en la sima de su pulso.

Vertiginoso,
el instante se consuma
abismado en minutos.

Pierde el tiempo su tiempo.

Ceniza que transcurre en la sal
y la piel
su levadura sumergida.

Prófugo,
el espacio despuebla
sus aguas de tinieblas.

¿Qué somos sino espejos abismados?

Ecos deshabitados
que caen en el hielo de la razón.


MÚSICA Y DESEO
I

La música es el silencio
del aire que acontece
en un naufragio de lluvia:
número de agua perfecta
que hace coro con el bosque.

II

El deseo de la música
es callar para que cante el pensamiento.

III

La blancura de la música
anhela la voluntad del azar
al compás del susurro.



TEOREMA

I

El dolor es el silencio del amor.

II

La alegría es el deseo mortal
de una noche lunar
imantada por la mente.



Los nombres de la noche

En la noche de las pieles
sólo el silencio del corazón
teje sus voces
y con su acento insomne
tiñe la morada del deseo.

Los nombres de la noche
destilan sus ecos
en el bosque de la tormenta.

LLUVIA EN VIGILIA

Cierro los ojos
y oigo correr
tu voz río abajo
como aurora
que respira
y despierta de tus ojos.

Tu cuerpo
que es la lluvia en vigilia
palpita como salamandra
en el fuego de tu respiración.






METAMORFOSIS

Silencio habitado de silencio.
Aire ocioso
donde el zángano
despereza la cosecha del hielo.
Silencio pleno
fundido sobre el polen.
En metamorfosis
vuela entre mariposas y polvo.










EL SUEÑO DE LA CIGARRA


La piel palpa el sueño
y en una nube de plomo
se disipa.

La lengua imanta
los nombres del viento
que vibran al menor tris de los párpados.

Un olor a polen, un rumor de miel
que envuelve la cosecha.

El iris lunar
afila un círculo color sombra
y corta en trasluz
la mañana y la noche.

A paso de liebre
el silencio perfuma
el tenso arco del verso
que apunta ciego al ojo del día.

Lira la noche, arco la tarde
la flor afila sus pasos,
su sonido de hielo.

Los muros son palabras
que se disuelven en polvo,
memorias y letras.

Las sílabas son alas
que caen como dioses
y al cerrarse sus ojos
empieza un mundo.

Todo nace en un cerrar de iris
cuando balbucean las hormigas.

Las piedras son monedas
que fulguran entre los cantos de las abejas.

Un sol soñado que pare hielo
y desmigaja los sueños de las cigarras.

La piel vuela,
naufraga en las llamas
de los cuerpos.

La sangre apresa los miedos
y corre al mínimo canto del gorrión.

La sangre ahoga los mares
cuando sueña fuego

Blancos son los sueños de los muertos,
apuntan como dardos envenenados
la huella de Sésamo

El sol y la muerte
se miran de frente,
entre telarañas
clavan sus pesadillas
como dagas de oro
en mitad del rayo.

Un río de silencio
desborda las sombras de los mares

Los deseos desean semillas
para los pájaros del corazón

Las olas danzan su plegaria
que revolotean en la sangre de los verdugos

La luna gotea sudor de dioses ociosos

La conciencia echa alas,
se vuelve cuerpo para su perdición

El verso se corrige en la mente,
se borra en la voz
silencia los ruiseñores de la prosa

La mirada y el fuego,
el lince y la salamandra
intercambian sus sexos
entre las piedras y las olas.

La danza del caracol
rima un azul eco
que se mezcla en los oídos del aire.

El mar caracolea ebrio,
perdona las islas
y rompe aires y cielos.

Los sueños se embriagan en los ojos,
vomitan su culpa en los párpados

El horizonte parte en dos
la piel que se oxigena
en pausas y crepúsculos

Todo viene del mar
Todos los mares vienen del mal
Todos los males vienen del mar
Todos los males de las islas vienen del mar.

Los ojos rotos
de signos rotos
gozosos como espumas de mareas
nacen de la sal y del sol

La isla parpadea
como insecto que devora
en un guiño el sueño

Luna menguante de dos puntas,
macho y hembra
que apuntan la isla

Espiral del aire
cuyo vaivén cubre
las pieles de las cosas.

Ofrenda de dioses ígneos
que taladran el polvo,
celebraciones de cigarras
que despiertan los álamos

Las voces del mar
en claroscuro
dibujan la Belleza,
sus sílabas de sales
deambulan a ras de río.

Las sombras de los vientos
ondulan en crestas,
se vuelven luz en el fondo de la orilla

Los peces se comen la isla
bajo la desierta marea
cuando los pájaros picotean las barcas
que besan la arena y los tirsos.

Las palabras del sueño
se refugian en la canción de la lechuza,
vacían su imagen en el amanecer

Rendijas donde penetra la noche
con su blancura y esplendor

Las cigarras cantan hasta estallar,
los gallos le responden
y le regalan la hora

Los sueños enceguecen las sombras,
destruyen los pensamientos
y sus dados tanáticos.

Criaturas de la luna
que caminan en pleamar,
sus pasos retumban en la arena.

El sueño se borra
El sol ya se toca
No hay nada detrás
Nada delante
El mar se abisma
No hay fondo
Solo formas que se desvanecen
como la sal

Nada puede detener esta música.




SUEÑO DE LA MIEL

La memoria canta
y escribe con su pluma de oro
en el agua celeste
el epitafio del mundo.

Bella es la memoria
y en su pupila
habitan los sueños de la miel.

En una esquina del recuerdo
los labios encuentran su reposo.

La memoria despierta
y enmudece los deseos.


Olvido, silencio, sueños

El olvido purifica la memoria.
El silencio purifica el habla.
Los sueños filtran la muerte.

Solo la noche es eterna.





LENTITUD DE AGUA

El agua en su lentitud
se hunde en el cielo,
temblando

La raíz de la luz
se estremece
y se bifurca en semillas.

Queda la tierra.





TRAMPA

Las heridas del amor
suceden a la trampa del ojo,
y se curan en el mar
la sangre en la sal
-como el mar el mal de ojo.



LUNAR

Herencia de madres

un lunar en el cuello
como mosca que todo el mundo
mata en las manos.

Signo y seña
de un antojo
que dispara ciego a la luna.









HOGUERAS DE AIRE

Muerta de sed
el agua
se muere de sed

Ahogada por el fuego
en hogueras de aire
el fuego expirará…

Y la tierra enterrará
sus crímenes en el fuego
donde se ahogan de sed
los ahogados
los náufragos de tierra.

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