MÉXICO, México.- El escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya consideró que "no existe un estado paradisíaco de la sociedad humana" y que por mucho que avancemos hacia él, como si de un péndulo se tratase, la situación acaba por revertirse. "¡Mira Europa! Llegó hasta arriba, pero ahora el péndulo viene de regreso. ¿Hasta dónde va a llegar? No lo sabemos", indicó el novelista en entrevista con Efe.
El escritor visita México para presentar su última novela, "El sueño del retorno" (Tusquets, 2013), quinta de una saga ambientada en la Centroamérica de fines del siglo XX, donde explora "al máximo" la experiencia de "vivir en contradicción con uno mismo".
Corre el año 1991 y el periodista Erasmo Aragón, un salvadoreño exiliado en México, se apresta a regresar a su país cuando este se encuentra a las puertas de cerrar una larga guerra civil (1980-1992). Aquejado de insufribles dolores físicos por la tensión en que vive, Erasmo se somete a unas sesiones de hipnosis que le otorgan un alivio pasajero pues a la vez revive en ellas episodios trágicos de su vida pasado.
Entonces enfrenta el "trauma histórico, político, de la violencia" vinculado con los años de guerra civil y con el exilio, pero también los fantasmas de "aquella memoria muy oscura y muy lejana de la infancia", que le angustia.
"La pregunta que queda es saber si hay una forma de recuperarse de la memoria que lo atormenta, si hay una forma de sanar de esa memoria que atormenta al ser humano cuando se trata de violencias tan duras", dijo el escritor y profesor de creación literaria en la Universidad de Iowa (Estados Unidos).
Nacido en 1957 en Tegucigalpa, pero criado en El Salvador, país que abandonó en su adolescencia por la guerra, reconoce que aquel conflicto siempre ha estado muy presente en sus libros. Una noción fundamental para el escritor "es que la historia no es lineal, hegeliana en el sentido esquemático, el concepto de que el hombre va de lo peor a lo mejor, la idea del progreso".
Su planteamiento lo confirman situaciones como la que atraviesan en estos momentos varios países de Europa, donde la noción de bienestar "se está deteriorando a una velocidad que nadie pudiera imaginar".
Hace años escribió un ensayo donde analizaba los planteamientos del nobel de literatura japonés Kenzaburo Oé sobre el proceso de "curación" en que se vio inmerso Japón al término de la Segunda Guerra Mundial, distinto al del estado de "shock" que cree que existe en países que enfrentan traumas históricos asociados con su pasado, como los centroamericanos.
"Ocurre en la mayoría de mis novelas, probablemente porque vengo de una sociedad, y mis personajes se inscriben en una sociedad, que no busca todavía la curación. Vive en el choque, en el trauma, y se niega de alguna manera", comentó.
Este sentir lo percibe también en otros países de América Latina, donde lo que ve es "un enorme peso de esa memoria en términos culturales" que los atenaza. "Tú cambias ciertas formas políticas y crees que estás cambiando la cultura, ¡y no!
La cultura es más fuerte que la política, que los momentos históricos porque es producto de acumulaciones histórico-políticas, pero no se cambian en un momento", señaló. "Aquí puedes pasar del partido político que sea a otro y hay factores de la cultura que no van a cambiar", como la corrupción, el crimen y otras patologías sociales, añadió Castellanos.
En relación con los procesos de paz como el de Colombia, que se negocia desde hace meses en La Habana, dijo que esta retorna "cuando la sociedad y sus liderazgos tienen la lucidez y la valentía para asumir su pasado y reconocer quiénes son", y eso bien puede tardar "o puede no suceder".
Castellanos es autor de libros como "El asco. Thomas Bernhard en El Salvador" (1997), "El arma en el hombro (2001) y "La sirvienta y el luchador" (2011), y sus relatos han sido traducidos e incluidos en antologías en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, El Salvador y Costa Rica.
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