BARCELONA.- El escritor chileno Juan Pablo Meneses, autor de 'Niños futbolistas', donde analiza el negocio del fútbol en Sudamérica, considera que el fútbol "acaba siendo una caricatura de la vida" y lo demuestra después de comprar los derechos de un niño chileno de doce años para venderlo en el mercado europeo.
Meneses dedica dos años a encontrar una futura estrella con la que negociar y lucrarse. En su camino descubre mundos desconocidos como el tráfico de los niños, la presión familiar, las escuelas y los ojeadores de clubes españoles, los mecanismos, los viajes, las esperanzas y los fracasos.
"Entré en el mundo del fútbol y con este libro terminé con más preguntas que respuestas. Se muestra la realidad de las personas, de sus ambiciones e ilusiones. Me ha sorprendido los niveles a los que está llegando el consumo del fútbol", ha dicho en una entrevista con EFE.
El escritor chileno, fundador de la escuela de Periodismo Portátil y que dirige el diario HoyxHoy, cree que lo denomina 'el post fútbol' ha superado la visión original del balompié.
"El nuevo deporte no es el fútbol, son las cifras y cómo se desglosa la propiedad de un jugador. Por ejemplo, en el caso de Neymar, sería establecer en cuánto tiempo podría rentabilizarse la inversión realizada en el brasileño", ha comentado.
Habla de Leo Messi y de cómo el Barça ha conseguido que un jugador que le costó 10.000 euros ahora esté valorado en 130 millones y cómo ha ido bajando la edad de los jugadores que llegan a Europa.
"Los chicos de diez u once años son los más baratos porque no tienen contrato con nadie, pero en España con seis o siete años cambian de clubes. ¿Qué significa? Que no existe un contrato formal, pero sí una recompensa para llevarlo de un club a otro", ha comentado.
Para conocer a fondo el mundo de los negocios futbolísticos, Meneses compra los derechos de Milo, un niño chileno de 12 años por unos 200 dólares, una cifra que incluso regatea con el abuelo, el tutor del niño, que apenas ve a su madre y no sabe quién es su padre.
"Claramente muchos de estos chicos funcionan como esclavos, pero también los chicos que están en televisión, los chicos cantantes, las niñas que se convierten en modelos infantiles con doce años.
Todo tiene que ser rápido, para más jóvenes y para ya", insiste.
Y como ejemplo pone el fichaje por el Barcelona de Maxi Rolón, quien llegó a La Masia con 14 años y tres años después aún no ha debutado en ningún equipo profesional. "Ha cambiado la percepción en poco tiempo, lo vemos en Brasil, donde han aparecido los indignados del fútbol y que haya ocurrido en el país futbolero por excelencia, aún legitima más esa idea", ha añadido.
En su libro, Meneses analiza la relación entre los pequeños futbolistas y los padres de las futuras estrellas. Habla del caso de Kevin Méndez, un niño a quien su padre no le habló durante una semana por haber fallado un penalti.
"Los padres presionan indebidamente a sus hijos y los presionan para cumplir sus sueños, otro reflejo de la vida, el tipo que quiso ser médico y no pudo... El hijo como la proyección de mi frustración y eso en el fútbol se ve de una manera extrema, como que tu padre no te hable por haber fallado un penalti o que haya padres que sean capaces de vender a su hijo con doce años para que triunfe, aunque para ello tenga que irse a vivir solo a un internado en otro continente", recuerda.
Dice que en Sudamérica es "claramente la gran despensa" del fútbol mundial. "En España, los sudamericanos son los que tienen más salida porque tienen más arraigada la cultura deportiva, lo que significa ganar o perder. Llegan de países pobres y quieren salir de la pobreza, eso les imprime carácter y eso tiene un valor", ha insistido.
Meneses explica que los jugadores más cotizados son los brasileños, pero los que más se exportan son los argentinos. Los uruguayos tienen el atractivo de disponer muchos de ellos de un pasaporte europeo y los mexicanos, por la violencia existente en su país, los más acostumbrados a sobreponerse a situaciones complicadas.
"En Colombia o en Brasil, en casi todos los países, el fútbol es una extensión de la vida. En esos dos países se vive más como un baile; en Argentina, el fútbol es como un atajo y en Chile como un esfuerzo, los triunfadores lo llevan marcado en su destino", ha comentado.
Meneses hace suya una frase de Manuel Vázquez Montalbán: "Hay pueblos que nacen para crear futbolistas y otros para comprarlos" y recuerda que sólo el 0,1 por ciento de los niños futbolistas triunfan en el mundo del fútbol.
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