sábado, 2 de marzo de 2013

Xavier Velasco presenta "La edad de la punzada" y ofrece taller en FUNGLODE.


El autor mexicano cuenta la historia de una de esas adolescencias en picada donde todo parece salir mal, en medio de una prisa por vivir que invita a acelerar y cerrar los ojos.


SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), en coordinación con la Editorial Alfaguara, presentaron este jueves 28 la novela más reciente del mexicano Xavier Velasco: La edad de la punzada”.
En su obra, Velasco relata la vida del peor alumno de un colegio. Con casi catorce años, unos cuantos apestados sociales por amigos y el boletín de calificaciones constelado de círculos rojos, el protagonista sobrevive a un instituto sólo-para-varones soñando a toda hora en esas vecinitas a las que nunca ha osado saludar.

El autor mexicano cuenta la historia de una de esas adolescencias en picada donde todo parece salir mal, en medio de una prisa por vivir que invita a acelerar y cerrar los ojos, hasta que cualquier día se despierta en lo hondo de un auténtico infierno para adultos: allí donde la risa es un mero recurso de sobrevivencia.

Al hablar en el acto sobre su trabajo como novelista, Velasco puso de manifiesto la pasión y entrega que le caracteriza. Recordó que convertirse en un profesional no le fue fácil: “Empeñé mi vida, dejé mi trabajo y todo porque no me salía en la escritura lo que yo quería; tuve que apartarme de todo por mi proyecto”, afirmó.
Dijo que sus deseos por escribir iniciaron en su adolescencia y asegura es el mejor oficio del mundo. Expresa que contar historias y desenterrar recuerdos de su infancia ha sido la experiencia más maravillosa que ha tenido en la vida.
El acto de presentación inició con las palabras de bienvenida del director ejecutivo de FUNGLODE, Marco Herrera, y contó con la presencia del presidente de esta institución y ex presidente de la República, Leonel Fernández.
Del taller literario
Xavier Velasco se cuenta entre los escritores que le gusta observar, a mucha distancia de aquellos a los que “les gusta ser vistos”. Por esa razón vive la vida con pasión e invita a los que quieren vivir de la escritura a seguir ese camino. “Al escritor no le sirve que lo vean como un sabio que llega”, afirma.
Como una receta simple, Velasco recomienda a un aspirante a escritor acercarse a la gente, escuchar sus historias personales, palpar las realidades en sus escenarios y meterse en problemas, si es necesario, para sentir en la piel propia lo que quiere contar.Con las credenciales que le otorga ser ganador del Premio Alfaguara de Novela 2003 y un autor prolífico desde entonces, Velasco tiene público asegurado. Con la gracia y humildad con que cuenta cómo se hizo novelista y como vive la vida de escritor, se roba la atención plena de quien le escucha. Vino a FUNGLODE a impartir un taller sobre creación literaria y atrapó a su auditorio durante casi cuatro horas de testimonios sobre su vida.

El autor de “Diablo Guardián” contó cómo logró hacer realidad su sueño de escritor. Rememoró su paso por la universidad, para cursar una carrera que pensó que lo convertiría en literato profesional, pero a la que renunció al ver que era un imposible, y siguiendo la recomendación de sus mejores maestros: “vete a recorrer el mundo”.

El trabajo en una agencia publicitaria lo marcó y le dio herramientas que todavía hoy utiliza agradecido para entender su oficio. Tanto por la destreza que hay que desarrollar para utilizar las palabras como piezas claves de un mensaje, como la forma en que se maneja el negocio editorial.

Un escritor joven no es humilde, pero a veces es bueno aprender a recibir órdenes, tener disciplina, afirma el novelista, mientras reafirma que fue “en la agencia” donde aprendió a cumplir con plazos de entrega. La fecha límite es fundamental, dice, y añade que también se debe tener una “fe fanática” en el proyecto en desarrollo, para llegar a la meta.

Su obra

Obtuvo en 2003 el Premio Alfaguara de Novela por Diablo Guardián y es autor de Cecilia (novela), Luna llena en las rocas (crónicas de antronautas y licántropos, Alfaguara, 2005), El materialismo histérico (fábulas cutrefactas de avidez y revancha, Alfaguara, 2004) y la novela de infancia Este que ves (Alfaguara, 2007).

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